El leer también a veces nos proporciona las palabras necesarias que no nos atrevemos a expresar o que no encontramos por nosotros mismos. Citar a alguien es dar con un pensamiento que en nuestra propia conciencia no encontró manera de fluir. En la situación en que vivimos, muchos andaremos buscando no solo palabras; pero en fin, al menos, por ahora, encontré esta cita que va dedicada a todos aquellos que han hecho hasta lo imposible por acabar con la patria y hasta con la humanidad.
Cito de "La tierra pródiga":
"(El coro de los pandilleros: Malaya tu pelona que te cueló al mundo pa sembrar males tu madre malentraña que te trajo nomás pa fregar gente y tu abuela y tu bisabuela y tu recontratarabuela y de ay p'arriba compleito tu árbol hasta topar con el diablo que te hizo de un descuido de un resbalón de un mal paso de tu recontrafregada madre que qué tiene que ver éstos con que te hayan volado la paloma ni la lista interminable de los que has matado y nos has hecho matar al aventón ay nomás a lo tarugo que ya nos estábamos cansando que ya la verdad nos tienes hasta el copete con tus tratos ya la verdad nos cansamos éste al fin y al cabo era padrecito y pon tú que nos llamara bandidos todavía le faltaba decirnos matones lo que es cierto... matón cobarde ventajoso hijo de malaentraña ganas hambre tenemos de que revientes que te lleve la fregada tu meritita madre hinchado como puerco que se lleva la creciente como perro que ni los zopilotes quieren como res con deriengue que te lleve la pelona y no dejes en paz que ay tenemos buen amo hijo de la matraca judas Iscariote ya nos tienes colmados con tus hechuras a las malas recontramatrero ya no queremos no queremos estamos hartos y quien nos dice que hoy o mañana se te ocurra que yo este aquel sigamos el mismo camino del pobre padrecito nomás porque te dejaste volar la paloma que a poco también la querías para ti no lo dudaríamos te conocemos asqueroso cochino como puerco hinchado que te lleve la corriente tu puritita madre al infierno con toditos los diablos tus hermanos de malentraña que vagan por el mundo pa fregar gente como a nosotros desde hace años ya se acabó ya se acabó." (Pags. 220 y 222, Agustín Yáñez, La tierra pródiga).
Por ahí van las palabras que a muchos de nosotros se nos han atorado, más que nada por el miedo, por esta impotencia que se acumula, sobre todo al ver que en el horizonte no existe nadie que asegure solución a el problema nacional.
Para estas alturas ya se sabrá en que quedó lo de la tarjetita si en mil o cinco mil; y esto es tanto así como decirle al mexicano que no se preocupe que la solución a nuestros problemas se resuelven con la vagancia; de que si ya estamos endeudados ahorita nos podemos endeudar más, al cabo que no vamos a ser los pagadores.
Regalando el dinero a diestra y siniestra no estamos construyendo ni al ciudadano responsable, ni al trabajador, ni al empeñoso, ni al creativo. Estamos fomentando la cultura del "mendiguismo" de aquel que sólo espera que le den porque no ha dejado de ser el niño pequeño pegado al biberón con todas las irresponsabilidades del mundo. A él que le importa si cada coahuilense puede tener una tarjetita de mil o cinco mil pesos. Somos lo suficientemente perezosos como para sacar cuentas. ¿Es que no va a ser para todos? Y porque no, si todos somos ciudadanos.
Por otra parte los del magisterio se tienen que estar amparando para que no les hagan humo el fondo que asegura sus pensiones. (¿O sea que el trabajador tiene que fregarse para que el zángano siga disfrutando de los para bienes que le ofrece la demagogia?).
La revolución se hizo para acabar con los zánganos.- Eso se suponía ¿o no?
Bueno muchas cosas se suponen, si lo vemos desde otro punto de vista aquello de "venid hijos de mi padre porque tuve hambre y me diste de comer y tuve sed y me diste de beber" por más metafórico que sea, no significa lo contrario a lo que las palabras quieren decir. No significan hacer un clientelismo, de pordioseros que viven a expensas de los demás, ni tampoco que exista una clase social privilegiada que coma abundantemente cuando los demás sufren de carencias, ni significa, el totalitarismo que reparte y piensa por todos, ni significa nada de lo que se cree.
Un sistema justo, es muy subjetivo hablar de los sistemas justos pero por lo menos debería ser uno donde se alcance la vida como humanos, donde tu trabajo te produzca y tus aspiraciones se realicen. Donde se pueda soñar en algo mejor, donde sepas que no es inútil el esfuerzo porque a fin de cuentas podrás cosechar el producto de tus afanes.
Por otro lado, a como me recuerda el imperio romano todo este circo de las campañas electorales, sobre todo el circo: donde la mayoría del año asistía el pueblo a las grandes fiestas, los torneos, el espectáculo, (que ahora se suple con la televisión) y que para que los asistentes no se preocuparan por la subsistencia, les regalaban trigo, mucho trigo. Uno de los problemas principales de los emperadores era vigilar las existencias del trigo porque si no la estabilidad se les podía venir abajo como un castillo de naipes. (¿Hoy en lugar del trigo son las tarjetitas?) el sistema duró mucho tiempo, funcionó, yo creo que piensan que puede seguir funcionando. Soportó a tanto emperador loco, no sólo a los Claudianos sino a muchos otros. No sé que tanto nuestro sistema soportara si no locos, si a ineptos.
Al imperio lo destruyeron los bárbaros. (Atila) Estos que nos acosan ahora, también son bárbaros.
De aquello resultó la edad media, yo nomás espero que eso no nos vaya a suceder.