La idea de lo nacional se quedó en la merita abstracción. A estas alturas, a las nuevas generaciones, hablarles de lo nacional los deja impávido puesto que no tienen esa ventana al mundo, el cual suponen deben amar. Los resquicios que de él puedan conocer, son minucias ante lo que en realidad tiene esta patria para ofrecerles.
Cierto que vivimos en la súper era de la información y todo puede consultarse por el Internet; sin embargo, a un niño, a un joven, a una persona sin recursos, que nunca haya oído hablar de algún tema ¿por qué tendría que preocuparse de indagar sobre él?
Los medios de comunicación llevan mucho tiempo ignorando lo que es la patria. Tal vez los lugares turísticos que nos presentan a veces, previo pago de alguna secretaria de estado que le interese sólo pertenezcan a esos lugares maquillados para que los turistas vengan a dejar su dinerito a nuestros hoteles. Pero México es mucho más que el indígena todo de blanco y bien planchadito que esos comerciales presentan.
El propio mexicano no corre la aventura de conocer su propio país y mucho menos ahora con esto de la inseguridad. ¿Cómo nos podemos considerar patriotas desconociendo la inmensa mayoría del territorio nacional, o la inmensa mayoría de nuestra historia, dejándonos manejar por lo que nos dicen? ¿se pueden amar las abstracciones?
¿Qué importancia podría tener el conocimiento de Veracruz para usted? Por principio de cuentas por ahí han entrado y salido múltiples circunstancias históricas. Entró Cortés; mucho más que eso, es la ciudad que fundo Cortés y lo hizo en varios intentos. Es el primer ayuntamiento del país. Por ese puerto nos llegaron todos los virreyes. Por ese puerto nos invadían pero por ese puerto también salían todos aquellos que eran expulsados del país. Tal vez no sea demasiado importante una ciudad que ha sido tres veces heroica, pero ese puerto es como decir la puerta ancestral de la patria.
Como Veracruz podríamos hablar de muchas regiones; Michoacán, que no merece vivir las circunstancias actuales que vive ahora. Una región donde se pretendió poner en ráctica una de las utopías del renacimiento por medio de obispo Vasco de Quiroga. Una región con una riqueza artesanal sorprendente; que ha sido cuna de personajes históricos.
Más al sur Oaxaca y Chiapas, con otras etnias indígenas que nada tienen que ver con las del centro, con múltiples artesanías, construcciones de la colonia llenos de riquezas, historia.
Los lugares alejados de la mano de Dios, de los políticos y de los ciudadanos como la Tarahumara, donde los raramuris se mueven queriendo defender el derecho de decidir su tipo de vida, permaneciendo extraños a la modernidad.
Yucatán otro mundo con otro tipo de leyendas y de bellezas, con otra cultura antigua fenomenal como es la maya, la tierra donde se cultivaba el henequén la tierra de los cenotes, la del agua clara y cristalina, donde es común encontrarte con ciudades amuralladas y viejas historia de piratas. El contacto con el Caribe que en si es un mundo que para nosotros los norteños nos puede parecer extraño.
Si México es mucho más que las ciudades grandes e importantes. Muchas veces escuchamos de Aguascalientes y su feria y nos quedamos impávidos pensando que es como nuestra feria y nada tiene que ver. Pero además, Aguascalientes es historia, los enfrentamientos entre Obregón y Villa; como nuestra propia ciudad es testigo de los enfrentamientos entre El centauro y Carranza.
¿Se le ha antojado ir a Tampico? ¿Qué habría que ver en Tampico? O ¿En Durango? O ¿En Jalapa? Sobre esta última, como una ciudad puede tener tanta importancia en el ámbito universitario y cultural?
No hablo de las playas porque de cajón hemos ido a ellas. Pero Acapulco es algo más, nuestro contacto con el oriente, la Nao de China, el lugar que testarudamente Morelos trató de vencer y que a lo mejor le afectó en el resultado final de su gesta heroica.
Los espacios físicos son palpables. Puebla todo un mundo de barrancas e iglesias que están construidas cerca de ellas, (¿Huaquechula?) De iglesias ancestrales con pinturas religiosas. Taxco y sus fachadas Barrocas y su impresionante semana Santa. Cuernavaca el Paraíso. Tan largo y tan año que es nuestro país que lo que se necesita es tiempo para conocerlo. Y se lo están acabando y permitimos que se lo acaben. Por un lado la inseguridad y por el otro, los que tienen a su cargo combatir a la inseguridad. El cuerno de la abundancia que siempre habíamos pensado tener, ahora se ah convertido en el infierno.
Hoy hay temor hasta para salir a la calle, para ir a la alianza, imagínese la alianza, desde donde se comenzó a extender nuestra ciudad. Al centro que nos da tristeza, a la Alameda, al Bosque. Nos están reduciendo la patria. Nos están encerrando en nuestro mundito, pequeño mundito.
En estas circunstancias como vamos a sentir el patriotismo por nada. Lo que no se conoce se nos hace imposible que podamos amarlo.
Hay que salir. Bajo nuestro riesgo hay que salir, recuperar lo nuestro, a pesar de tanta declaración estúpida de nuestros políticos. Hay que salir. Darnos cuenta de lo rico que somos.
