Funeral. Familiares y amigos velaron los cuerpos de Elías y Malena Reyes, hermanos de la activista mexicana Josefina Reyes asesinada en 2010, frente a la Fiscalía de Ciudad Juárez.
La fortaleza que había mostrado la matriarca de la familia Reyes Salazar se derrumbó al sepultar a sus hijos Elías y Malena en el panteón del Municipio de Guadalupe Distrito Bravo Chihuahua.
El llanto de la mujer de 76 años de edad, que en un año ha perdido a cuatro hijos, todos ellos asesinados, estremeció y consternó a los amigos, activistas y derechohumanistas, que le han mostrado apoyo total desde que sus hijos fueron secuestrados frente a una escuela del Ejido Juárez y Reforma, en El Valle de Juárez.
La mujer, Sara Salazar Hernández, fue cobijada por sus hijos y nietos, y observada en silencio por decenas de agentes de la Policía Federal y de la Policía Estatal que formaron un cerco de seguridad en el cementerio del poblado.
Minutos después y sentada frente a la tumba, observó cómo poco a poco fueron descendiendo los ataúdes en medio de las consignas lanzadas por los activistas sociales: "Que vivan los Reyes Salazar y muera el gobierno criminal" y "Elías vive, vive, la lucha sigue, sigue", "Malena, vive, vive, la lucha sigue, sigue".
El cortejo que salió de la explanada de la Fiscalía General del Gobierno del Estado, en donde fueron velados los cuerpos desde las cuatro de la mañana hasta las 11, que se dirigió al cementerio de Guadalupe, fue fuertemente custodiado por 27 patrullas, 15 de la Policía Federal y 12 de la Policía Estatal, a bordo de las cuales iban entre seis y siete elementos con armas de grueso calibre.
Al frente de la caravana se formó una barrera de cuatro patrullas, detrás las dos carrozas y los familiares de Elías y Magdalena, luego otras cuatro unidades, los activistas y amigos, más patrullas y luego autos particulares.