Satisfacción. Elvira Arce de Herrera es un ejemplo de fortaleza por su trabajo como voluntaria en la Casa del Anciano Doctor Samuel Silva.
Elvira Arce de Herrera está por cumplir 86 años de edad, y desde hace 11 trabaja como voluntaria en la Casa del Anciano Doctor Samuel Silva.
"Por mi edad pensé que si Dios me dejaba con vida más tiempo, podía darle algo a los demás. Esto me ha servido muchísimo y he entregado todo mi esfuerzo por las personas que están en este albergue".
Está convencida que su trabajo como voluntaria le beneficia más a ella que a los adultos mayores que ayuda. "Son personas que necesitan compañía y que los escuchen porque no tienen a nadie".
Elvira y otras 15 voluntarias realizan dos bazares al año para obtener recursos económicos para la Casa del Anciano. Uno es en noviembre y el otro en mayo, y son una tradición en Torreón.
Los bazares se difunden en todos los medios de comunicación como prensa escrita, radio y televisión, para que la gente de La Laguna acuda a comprar y así beneficie a los adultos mayores que viven en el asilo.
Además, todos los domingos las voluntarias abren un bazar y los recursos que se obtienen también se entregan a la Casa del Anciano, en donde viven 114 adultos mayores.
"En la actualidad hay muy poca ayuda. Antes era más fácil conseguir recursos y ahora las madres se ven con muchos problemas para tenerles a los viejitos todo lo que ellos necesitan para estar bien cuidados".
Elvira Arce de Herrera dice que las Hermanitas de los Ancianos Desamparados -congregación responsable de cuidar a los adultos mayores-, se esmeran en darle todo su amor y atención a las personas.
"Las madres tienen una paciencia admirable y siempre tratan muy bien a las personas que viven aquí".
Elvira fue esposa del periodista Emilio Herrera, quien siempre le contagió sus ganas de ayudar a los demás. "Hace seis años que murió y siempre me enseñó a dar al prójimo algo de lo que uno tiene, y si no tenemos nada al menos podemos dar compañía, esa fue gran herencia".
Además de organizar los bazares, Elvira juega los martes a la lotería con los adultos mayores, quienes como premio se llevan artículos personales de limpieza como jabón, pasta de dientes, desodorantes, entre otros.
"Me siento feliz porque a mi edad muchos de mis amigas y amigos ya están en un asilo, y me siento afortunada porque tengo una familia unida y sobre todo porque tengo fuerza para hacer lo que me gusta con alegría y con amor".
Sus hijos y sus amigos siempre le preguntan que de dónde saca la fuerza para ayudar a los demás, "la verdad es que tengo buena salud pero sobre todo me impulsa el ánimo".
En la Casa del Anciano, dice, hay muchas personas completamente desamparados y a todos se les recibe sin importar si tienen o no dinero.
"Sin embargo, creo que allá afuera los ancianos están olvidados porque sus familias están muy ocupados en trabajar, y los relegan".
Elvira también se inspira en su nieto Ricardo, un joven con síndrome de Down, que no se ha dejado vencer.
"Fue educado para superarse, y ahora es campeón de natación. Ha ganado competencias en México y en el extranjero".
A Elvira le gusta que su familia la apoye en su trabajo altruista.
"El trabajo de las voluntarias es importante porque los adultos mayores necesitan compañía, ellos sólo quieren que alguien los escuche".
La Casa del Anciano también necesita voluntarios para hacer la limpieza y darle alimentos a los adultos mayores.
"En Torreón antes había mucha gente que hacía labor social, pero cada vez son menos las personas interesadas en ayudar a los demás".
Ante la falta de ayuda suficiente, Elvira dice que seguirá en la Casa del Anciano hasta que su fuerza se lo permita.
"Aquí he encontrado cariño, compresión y algo que dar, porque a nuestra edad es poco lo que podemos hacer porque la fuerza se va acabando".
La satisfacción de ayudar a los demás, dice, es algo que no se puede comparar con nada.
ELVIRA ARCE EL SIGLO DE TORREÓN / Jorge Téllez
Refugio
Sobre la Casa del Anciano Doctor Samuel Silva:
⇒ Fue fundada el 28 de junio de 1955 con el propósito de dar refugio y atención a las personas de la tercera edad sin medios de subsistencia.
⇒ Desde su inicio se ha sostenido con la generosidad de las personas de la Comarca Lagunera.
⇒ Es un organismo sin fines de lucro asistido por la congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, y trabaja en colaboración con el DIF y el Voluntariado de Coahuila.