Eres mamá no superman
Siete en punto, suena el despertador. Andrea se levanta, tiene sueño, así es siempre. Apenas duerme cinco horas, sus actividades como madre, esposa, ama de casa y profesionista no le permite más.
Como puede llega al baño, se ducha, cambia y medio maquilla; luego levanta a Paquito ¡y comienza el show! Debe arreglarlo, darle su desayuno, preparar el lonche y luego llevarlo al colegio. De ahí se va a su trabajo como profesora; al mediodía regresa por el niño a la escuela, posteriormente lo lleva a casa de su madre para comer, y de ahí se dirige a su segundo trabajo… y en la noche a hacer todo lo de la casa.
Sí, es agotador. Muchas veces el cuerpo no le responde, se siente sin ganas. A diario vive con la sensación de que nunca dispone del tiempo suficiente para cumplir con sus obligaciones, pero lo que es peor, le frustra no tener tiempo para sí misma, y a eso agréguele el sentimiento de culpa de no estar todo el día con su hijo.
Continuamente se cuestiona la manera de lograr un equilibrio en su vida. Por las exigencias del mundo actual sabe que no puede dejar de trabajar, sin embargo ha ido identificando varios puntos que sabe la pueden ayudar, el principal: aprender a decir No.
Aprenda a decir no a cualquier actividad no esencial. Defina sus prioridades; algunas serán un Sí y otras un No. Y es que para encontrar el equilibrio es esencial aprender a clasificar y organizar las tareas y responsabilidades, de este modo no perderá el tiempo pensando en cómo va a hacer todos sus pendientes.
Andrea comenzó a ponerlo en práctica, se propuso separar las cosas importantes de las triviales y se dedicó sólo a las primeras, además decidió encargarse de las tareas que sólo ella podría llevar a cabo y delegó todas las demás. “Vi que también era importante hacerles ver a los que viven conmigo, mi marido e hijo, que para que las cosas fluyan en la casa todos debemos cooperar”.
Una amiga le recomendó que realizara diariamente una lista con todo lo que tenía que hacer y añadiera a su agenda lo que quedó pendiente de la lista del día anterior. También se percató de que el tiempo suele rendirle más cuando se concentra en una sola cosa que cuando hace dos o más a la vez.
Los psicólogos afirman que uno de los mayores problemas que tienen las madres trabajadoras y que no les permite encontrar el equilibrio es que se exigen demasiado; de ahí que un punto fundamental es que le bajen a sus estándares para que no se estén martirizando porque no tienen su casa perfectamente limpia. Nunca encontrarás el equilibrio en tu vida personal y laboral a menos que estés dispuesta a dejar de realizar algunas actividades no esenciales.
Otro punto que recomiendan los especialistas es preguntarse si lo que está haciendo seguirá siendo importante en los próximos veinte años… ¡Y disfrute, disfrute todo lo que pueda! Concédase permisos, premios, sonría porque si no disfruta con lo que hace y siendo quien es, difícilmente podrá comunicar sentimientos y valores positivos a su familia.
5 trucos para ahorrar tiempo
A continuación, cinco trucos que la ayudarán a empezar el día de forma positiva:
1.- Acuéstese a una hora que le permita descansar lo suficiente. Si duerme lo necesario, le costará menos trabajo levantarse en la mañana.
2.- Prepare todo lo que pueda la noche anterior: báñese y elija la ropa que usará al día siguiente, de ser posible también baña a los niños antes de acostarlos. No olvide poner las mochilas y su bolsa junto a la puerta, así como las llaves y los lentes… todo lo que necesite antes de salir.
3.- Programe el despertador 15 minutos antes de lo habitual. Levántese antes que los niños para poder desayunar y tomar café tranquila.
4.- Evite prender el televisor o conectarse a Internet. Si los niños miran televisión en la mañana, tardan más en vestirse y desayunar.
5.- Haga las cosas siempre en el mismo orden. Si establece una rutina y la sigue, hará las cosas sin pensar. En cambio si tiene que preguntarse constantemente qué es lo siguiente que debería hacer, tardará mucho más tiempo en salir por la puerta.