El Papa Benedicto XVI designó hoy al cardenal José Francisco Robles Ortega como nuevo arzobispo de Guadalajara.
El Papa Benedicto XVI designó hoy al cardenal José Francisco Robles Ortega como nuevo arzobispo de Guadalajara, y aceptó la renuncia al gobierno de esa arquidiócesis del también purpurado Juan Sandoval Iñiguez.
La sala de prensa del Vaticano precisó que la renuncia de Sandoval Iñiguez fue aceptada por haber sobrepasado la edad de jubilación obligatoria de los prelados establecida en 75 años.
Robles Ortega, originario de Mascota en el estado de Jalisco, se desempeñaba hasta ahora como arzobispo de Monterrey.
Nacido el dos de marzo de 1949 estudió humanidades en el Seminario Menor de Autlán, filosofía en el Seminario diocesano de Guadalajara y teología en el casa de formación para futuros sacerdotes de Zamora.
Ordenado presbítero el 20 de julio de 1976, completó sus estudios eclesiásticos en Roma donde obtuvo la licenciatura en teología dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana (1976-1979).
De regreso en México se desempeñó como vicario parroquial, capellán de religiosas además de ocupar diversos puestos en el Seminario Menor de Autlán, como prefecto de estudios y de disciplina, director espiritual y rector.
Fue consultor diocesano y presidente del Consejo Presbiteral, miembro de la Comisión para la Formación Permanente del Clero, de la Comisión Diocesana para la Doctrina de la Fe y vicario general de la diócesis de Autlán entre 1985 y 1991.
El 30 de abril de 1991 el Papa Juan Pablo II lo designó obispo auxiliar de Toluca, en el Estado de México, diócesis de la cual se convirtió en pastor titular el 15 de julio de 1996.
En 1997 formó parte de la delegación de 12 prelados que participaron, representando a México, en la asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América, celebrada en el Vaticano del 16 de noviembre al 12 de diciembre de aquel año.
En el seno de la Conferencia del Episcopado Mexicano presidió el Departamento de Pastoral de Santuarios, por dos trienios, también fue presidente de la Comisión de Educación y Cultura por un trienio y Vocal de algunas otras comisiones episcopales.
El 25 de enero del 2003 recibió el nombramiento de arzobispo de Monterrey y el 24 de noviembre de 2007, de manos de Benedicto XVI, el birrete colorado que lo elevó a la dignidad de cardenal.
