Escalando la vida
Para Gustavo Martínez Mata, director general de RockSport, la escalada en roca no solo es su deporte favorito, sino también su filosofía de vida, porque, dice, “al momento que te despegas del piso y que estás solo con la roca arriba se asemeja mucho a la vida. Porque tienes que voltear hacia arriba para seguir adelante y si te caes volverte a levantar. Y siempre que alcanzas un punto te das cuenta que hay otro más arriba”.
La aventura llegó a la vida de Gustavo hace 15 años cuando por invitación de un primo visitó la Cascada de Basaseachi en Chihuahua, la cascada permanente más alta de México con una altura de 246 metros de caída libre. Esta primera experiencia con el campismo y el senderismo lo cautivó. “Fue el inicio, me abrió los ojos y de ahí en adelante no he parado”, comenta.
Aunque Gustavo empezó a practicar deporte en forma a los seis años con la natación, hace 11 años descubrió su pasión: la escalada en roca. Pero no se detuvo ahí, ya que también practica el montañismo, atletismo en carreras de 5 y 10 kilómetros y deportes recreativos como wakeboard, surf, snowboard, paracaidismo, parapente y buceo. Además hace pesas y yoga, que es como se mantiene físicamente saludable.
ALGO NATURAL
Para este apasionado del deporte, escalar no es difícil, incluso dice que el ser humano aprende primero a escalar que a caminar. “¿Cómo se sube un niño a una cama o un sillón? El ser humano lo hace por instinto, por eso no es difícil, porque lo tenemos por naturaleza, recordemos que venimos del mono”.
Lo que se necesita para escalar es una cuerda dinámica (que se dobla y se estira), un arnés para escalador, unos zapatos especiales, unas bandas para asegurarte, un casco, un compañero que sepa escalar, saber sobre nudos y aseguramientos, y subir vías que están probadas para no sufrir accidentes.
“Y si cumples con todo esto lo único que pasa es ir aprendiendo y divirtiéndote. Yo tengo 11 años escalando y gracias a Dios lo único que he tenido son raspones”, comenta.
Y cuando se le pregunta porqué escalar, responde: “Porque es divertido, porque tienes contacto con la naturaleza, porque te desconectas del suelo, y una vez que te desconectas del suelo te desconectas de todo lo que normalmente estamos acostumbrados a tener, que es una seguridad, una estabilidad, un confort; al momento que despegas del piso y que estás solo con la roca arriba se asimila mucho a la vida. Cuando escalas tienes que voltear hacia arriba, seguir adelante y si te caes pues volverte a levantar. Yo creo que esa filosofía que he aprendido ahí me ha dejado muy claro que siempre hay que ir adelante y que siempre que alcanzas un punto te das cuenta que hay otro más arriba”.
Además la escalada es como su filosofía de vida, explica, “porque la practicas con alguien, no la practicas solo, tienes que tener un compañero que te ayude. No vas solo en la vida, tienes que ir con alguien en el que confías al 100 por ciento, tienes que aprender a hacer equipo, a creer en los demás, a confiar tu vida a la persona que está ahí, que es tu hermano, tu amigo.
“Además tienes que tener todos los sentidos bien concentrados y hacer las cosas al 100, porque cuando corres un riesgo, y claro que lo corres, también tienes la sensación de sentirte vivo y de querer salir adelante”.
LOS RETOS
Son muchas las experiencias deportivas que han marcado a Gustavo Martínez, pero la ruta más alta que ha subido es de 6 mil metros, que duró 11 horas, y fue en escalada en vertical. Esta ruta se encuentra en Monterrey y es una de las más altas del norte del país.
Sin embargo, reconoce, “lo que más me ha costado escalar son los grados que están arriba de mi nivel, la gente piensa que las rutas altas son las más difíciles, pero no, puede ser una vía corta, unos 20 metros, pero que cueste mucho”.
LO MÁS EXTREMO
El próximo mes este apasionado del deporte vivirá la experiencia “más extrema de su vida”: escalar el Alpamayo, uno de los picos más llamativos de la Cordillera Blanca en los Andes peruanos y que es considerada por muchos la montaña más bonita del mundo. “Mide 5 mil 950 metros de altura, casi los 6 mil metros al nivel del mar, pero lo interesante es que es técnica. A esta montaña no nada más llegas caminando, sino escalando en hielo y tiene una pared de 500 metros que es la última parte de la ruta Ferrari (llamada así en honor a un escalador italiano Casimiro Ferrari)”.
Esta travesía durará 14 días ya que primero subirá la llamada “Montaña de tus sueños” de 5 mil 300 metros para aclimatarse, después bajará a la ciudad de Huaraz para dirigirse después a Alpamayo.
Así Gustavo espera cumplir uno de sus más grandes sueños, ya que desde que vio una imagen de Alpamayo en el 2003 se fijó esa meta. “Es una montaña que quería hacer desde hace mucho. Antes de subir a las Torres del Paine (Chile) fui a una tienda de escalar para comprar equipo y ahí vi la foto de Alpamayo, me impresione y desde ahí la traigo”.
¿CÓMO EMPEZAR?
Para Gustavo los boy scouts son una excelente opción para que los niños tengan un primer encuentro con la naturaleza, en donde además reciben una buena formación, cercana y barata. “Yo felicito a la gente que está en estas asociaciones, mis respetos, son cuates que están súper orientados, sanos, con valores y con ética, porque no nada más les inculcan el amor al deporte sino la ayuda a los demás”.
Para practicar un deporte de aventura lo primero que hay que hacer es tener una vida sana y buena condición física, pero sobre todo el respeto a la naturaleza. Además es necesario acercarse con personas que tengan experiencia para no correr riesgos.
Así que la recomendación de Gustavo es “que se diviertan, que aprecien la naturaleza, que la cuiden y que se acerquen a la gente que ya ha estado ahí con experiencia para que aprendas y lo hagas bien”.
Para finalizar Gustavo cierra la entrevista con el siguiente mensaje: “que la gente que vaya de día de campo no tome más que fotos, no mate más que el tiempo, y no deje más que sus huellas”.