Más que sólo planteles, las escuelas pueden y deben ser el centro de la acción colectiva de la sociedad para hilar y reconstruir el tejido social que permita transformar el país, sostuvo el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio.
Lamentablemente, agregó, los indicadores comparativos con otras sociedades del mundo muestran que como sociedad "hacemos poco por nosotros mismos, le pedimos todo al Estado", actitud que debe modificarse.
El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) señaló lo anterior durante la ceremonia de premiación a los ganadores de la tercera convocatoria del concurso "La estrategia de participación social para una escuela mejor".
Se premiaron las iniciativas presentadas por maestros y padres de familia para mejorar el funcionamiento de las escuelas y su impacto social en nueve categorías: promoción de la lectura, mejoramiento de la infraestructura, protección civil e impulso a la actividad física.
Además fomento de actividades recreativas, desaliento de la violencia, cuidado al medio ambiente y mejoramiento de la alimentación en las escuelas, así como un tema libre.
En este acto, donde se premió la iniciativa y la creatividad social, Lujambio reconoció que a 18 años de haberse promulgado la Ley General de Educación, que prevé la creación de los Consejos Escolares de Participación Social en las Escuelas, no se ha logrado que éstos existan en la totalidad de los 198 mil planteles educativos.
En la actualidad, dijo, sólo en poco más de 170 mil planteles existe ya el respectivo Consejo de Participación Social, equivalente a poco más de 80%, lo que es en sí ya un gran avance si se considera que hasta épocas recientes sólo cuatro por ciento de las escuelas habían cumplido con esta disposición de ley.
Confió en alcanzar 100%, pero más allá de los números insistió en que es necesario considerar a las escuelas no como simples instalaciones físicas donde los alumnos adquieren ciertos conocimientos.
Las escuelas, subrayó, con la participación de los padres de familia y de los profesores, deben concebirse como centros de acción colectiva de la sociedad para "lograr tejer socialmente", es decir construir sociedad a partir de la acción comunitaria que permita impulsar los cambios que demanda el país.
Por su parte el coordinador general de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) , Alfredo Cepeda Salas, reconoció la importancia de los padres de familia en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Y más allá de las funciones que la ley prevé para los Consejos Escolares de Participación Social en cada plantel, expuso que éstos se pueden utilizar también para rescatar los valores fundamentales y las virtudes ciudadanas que se están perdiendo en el país.
Valores como la lealtad, la honradez, el amor a la patria y conductas como el respeto a los mayores y la tolerancia a lo diferente pueden promoverse también con éxito a través de estos consejos, afirmó el representante sindical.