Escultora de la imagen

Laura Cardona sabe que un buen corte y el color adecuado en el pelo representan un arma muy poderosa.

En noviembre del año pasado, la revista “InStyle Belleza México”, reconoció a Laura Cardona como la mejor estilista de nuestro país, nombramiento que la enorgulleció, pero también la motivó para seguir aprendiendo y esforzándose por ser mejor.

Prácticamente, su carrera empezó cuando era muy pequeña, porque tenía muy claro que su trabajo tenía que hacer sentir mejor a la gente. El maquillaje, el alto peinado y el diseño de imagen se convirtieron en la forma en que logró hacerlo.

“La vida me fue llevando hasta especializarme en la imagen y en la salud del cabello. Hoy vivo en busca de aprender todo lo que puedo, porque sé que un buen corte y un color adecuado hacen de la imagen una poderosa herramienta”, comenta Laura en entrevista para EL UNIVERSAL.

A los 16 años, su primer contacto con el mundo del estilismo fue en la escuela de Ken Kinoshita, pero donde realmente aprendió fue en el salón de Jean Paul Dubach, a quien considera su maestro.

“Empecé desde abajo, pero era feliz de poder estar en el lugar en el que quería estar”, señala Laura, quien actualmente es Redken Artist y colabora frecuentemente para “Vogue” y “GQ”, entre otras revistas.

“Estoy agradecida con la vida por haberme llevado por este camino. Éste es mi trabajo, pero es mi mejor terapia, porque cuando toco el cabello de mis clientas, todo lo malo se me olvida”, señala Laura, quien ha aprendido que el diseño de imagen consiste en mostrar la mejor versión de nosotros mismos.

“Mi labor consiste en diseñar la imagen que se mostrará día a día: el color, la forma del cabello y el maquillaje, que son factores que comunican con rapidez”, explica la estilista, quien ha realizado pasarelas para marcas como Hugo Boss, Max Mara y Luxury Nights, entre otros.

“El diseño de imagen me ha dejado muchas satisfacciones y me ha nutrido espiritualmente. Recuerdo que una ocasión, después de una asesoría, una clienta me dijo que era la primera vez que ella se veía bonita; otra me confió que su esposo, luego de que la vio tan guapa, le dio un regalo. Todas somos bonitas y necesitamos aprender que nuestra imagen es una valiosa herramienta que podemos usar a nuestro favor”.