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Ésos no

SERGIO AGUAYO QUEZADA

A la memoria de Alberto Romano, Inolvidable amigo

Otros sí. Urge sustituir a los diputados sin preparación ni compromiso por otros que rindan cuentas a la ciudadanía. Una reelección acotada ayudaría.

Si la sociedad desprecia a sus diputados es por lo que pasa en sus encuentros. El pasado 28 de septiembre sesionó la Comisión de Puntos Constitucionales y los defectos del legislador brillaron como sol de otoño. Empiezo con su escasa consistencia ideológica.

Ese día se votaba el Proyecto de Dictamen de Reforma Política y al llegar a la reelección acotada de legisladores hubo empate 14 a 14. La tensión invadió la sala porque de persistir la igualada se llevaría el asunto al pleno. En ese momento llegó con paso taimado el tiburón priista, José Ramón Martel, para sentarse al lado de la atribulada y confundida doncella perredista, la diputada Dina Herrera. Desinhibido, el varón tricolor ordenó a la dama del sol azteca que modificara su voto previo y se abstuviera. La diputada obedeció y el PRI y los "Verdes" del PVEM ganaron una votación que también se benefició de que el diputado Guillermo Cueva Sada del "Verde" repudiara un compromiso escrito de votar a favor de la reelección.

Enrique Peña Nieto, el PRI y el Verde se justificaron diciendo que la reelección debía aprobarse en consulta popular. Tramposos: el mecanismo para hacer consultas (acabado de aprobar) excluye explícitamente lo electoral. Añadamos esa mentira al expediente de Peña Nieto.

¿Es positiva o negativa la reelección? Una encuesta de Reforma de febrero de 2010 y otra reciente de Milenio (2 de octubre) muestran un rechazo de dos terceras partes de la sociedad que está convencida de que "se reelegirían los mismos y generarían cacicazgos y corrupción". El repudio baja cuando la pregunta trae redacción diferente. Una encuesta de 2009 de la Fundación Este País, el ITAM y el IPN encontró que cerca de la mitad de los votantes acepta la reelección cuando los diputados hubiesen cumplido con sus electores.

Sin considerarla milagrosa estoy por la reelección porque urge liberarnos de los cacicazgos que tenemos. No rinden cuentas pese a su ineficiencia, incongruencia e ignorancia. Ante las críticas recibidas, la diputada Dina Herrera, defendió su derecho a pensar diferente en ese tema. Da risa leer la transcripción de sus motivos (disponibles en www.sergioaguayo.org). Empieza hablando de su congruencia, se autoproclama un "ser pensante" y se lamenta de que "México se está haciendo pedazos". Luego informa que su abstención se debía a que la reelección "puede ser un grave peligro". Nunca explica por qué entonces había votado a favor minutos antes o en dónde está lo "peligroso" de la reelección.

La pobreza del debate es un patrón de los diputados y la impunidad con que actúan se demuestra con la vergonzosa aprobación de la Ley Televisa. El primero de diciembre de 2005 el presidente de la Junta de Coordinación Política, el perredista Pablo Gómez pidió que el dictamen de esa ley "se turne lo antes posible y se le dispense la segunda lectura". Se aprobó por unanimidad y como no hubo "oradores registrados" el dictamen se consideró "suficientemente discutido" y, según relata la Gaceta Legislativa, procedieron a aprobarla en cinco minutos por 327 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones.

El escándalo fue mayúsculo pero los cinco integrantes de aquella Junta siguen en el candelero aprovechándose de la reelección legislativa a la mexicana (los brincos entre Cámaras): Pablo Gómez (PRD) y José González Morfín (PAN) son senadores de la República; Emilio Chuayffet Chemor (PRI) y Jorge Kahwagi (antes del Verde, ahora de Panal) son diputados; y Jesús Martínez Álvarez (Convergencia) es secretario general de gobierno de Oaxaca.

El jaloneo por la reelección seguirá este 5 de octubre en el seno de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Gobernación. El PAN, el PRD y el PT tienen 29 votos; el PRI y el Verde, 30. El empate que forzaría a discutir la reelección en el pleno depende del voto del diputado Kahwagi del Panal. Otra reforma fundamental en manos de Elba Esther Gordillo.

Releo lo escrito y detecto una injusticia: hay buenos legisladores pero, ¿cómo desprendernos del lastre? Es indispensable una reforma electoral a profundidad. La reelección sería un ingrediente fundamental si se complementa con la revocación del mandato y una vigilancia ciudadana permanente para detectar a los malos diputados. Ésos no, otros sí.

 LA MISCELÁNEA

Casede, Simo y Cegi publicaron la semana pasada una importante encuesta, Ciudadanía, Democracia y Narcoviolencia (CIDENA, 2011). Ahí se observa el impacto de la inseguridad sobre endebles valores democráticos. Hay esperanza porque la mayoría de la sociedad quiere mano dura contra los criminales sin que se afecten las garantías individuales. Conciliarlos será uno de los retos más grandes de esta década.

Comentarios: www.sergioaguayo.org;

Twitter: @sergioaguayo;

Facebook: Sergio Aguayo Quezada

Colaboraron Alberto Serdán Rosales y Lenin Francisco Figueroa Guevara.

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