Una tradición. Algunos espacios culturales ya empiezan a hacer sus altares de muertos dedicados a figuras del ámbito cultural.
Una de las fiestas más mexicanas, el Día de Muertos, es una mezcla de la devoción cristiana con costumbres prehispánicas a través del tradicional altar-ofrenda. Una costumbre que llega a los espacios culturales laguneros con una carga estética que los convierte en un atractivo más.
El Museo Arocena, el Teatro Isauro Martínez y la Biblioteca García de Letona, ya definieron su celebración este año, a través de las cuales no sólo buscan conservar la tradición sino también rendir homenaje a personas que en materia de cultura se relacionan con estos espacios.
El Teatro Isauro Martínez inaugurará su ofrenda dedicada este año a Marivi Araluce, el próximo martes 1 de noviembre a las 7:00 de la noche en la Galería de Arte Contemporáneo del teatro, se contará con la presentación del ballet folklórico Nahucalli.
Por su parte el Museo Arocena este año dedicó su altar de muerto a la memoria de la artista surrealista de origen inglés Leonora Carrington, La ofrenda podrá ser visitada hasta el próximo lunes 7 de noviembre en los horarios del Museo Arocena.
Otro de los altares que se ha vuelto un atractivo para los laguneros es el de la Biblioteca Pública José García de Letona, ubicada en la Alameda Zaragoza, que este año será dedicado a la memoria de Miguel Ángel Granados Chapa. La biblioteca realiza actividades con los pequeños en torno al altar como tradición y al personaje que se ubica.
El altar
El altar-ofrenda es un rito mexicano del Día de Muertos, respetuoso a la memoria de los difuntos, su propósito es atraer sus espíritus. Consiste en obsequiar a los difuntos que regresan ese día a convivir con sus familiares, con los alimentos y objetos preferidos por ellos en vida, para que vuelvan a gozar durante su breve visita. En la ofrenda o altar de los muertos no debe faltar la representación de los cuatro elementos primordiales de la naturaleza. Tierra, agua, aire y fuego, principalmente.
