EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

'Esperando a los bárbaros'

Hora cero

ROBERTO OROZCO MELO

El país está que trina, lo cual es decir que truena. Hoy en día el grito del pueblo no se limita a calificar el concepto con el que la mayoría de las personas se identifican como pueblo, y pueblo es lo que dice el diccionario de la Real Academia Española: pueblo es una población de menor categoría que la ciudad; también es el conjunto de personas de un lugar, región o país; son las personas que tienen un origen étnico común y finalmente es la gente humilde y (otra vez) común de una población.

El pueblo grita, exige, demanda, reclama, etc. etc., pero el gobierno de este país, estado o municipio no lo escucha, no le hace caso o aprecio, lo que en nuestra República es un asunto de todos los días. Quienes tienen el poder político son los que mandan, exigen y gozan de un amplio fuero. El pueblo no, pues la gente humilde y común debe someterse al dictado de las cúpulas políticas. ¿Y no hay quien lo defienda?

Efectivamente, parece no haberlo. Se dice, y se supone o se cuenta que los diputados y los senadores son los defensores del pueblo. Pero desde hace once años tal dicho o supuesto no se cumple. ¿Qué hacen entonces los señores y señoras legisladoras? Nada, respecto a las quejas populares. ¡Pero algo han de hacer! se le ocurre preguntar al Pueblo. Y una voz responde: ¡Hacen política! ¿Qué no se sabe?

Si se sabe, pero se presume que hacer política es, entre otras cosas, defender al pueblo de las agresiones de quienes usufructúan un poder que es público, lo cual implica que es el pueblo. A ver. Un ejemplo...Bueno, por ejemplo lo que sucede con la gasolina que es un producto del petróleo, que desde 1938 se asegura es del pueblo. ¿Y si es del pueblo por qué lo cobran tan caro? Bueno, pues como así es, no se puede vender y usar en crudo, tal y cual sale de las capas profundas del subsuelo. Después de extraerlo se mezcla con otras sustancias para producir la gasolina, los aceites y otros productos afines al mismo origen, o que son requeridos para convertirlo en un combustible útil para la tracción motriz y mecánica de los vehículos.

¡Ah! Entonces es aplicable el mensaje que envía el poeta Constantino Kavafi en "Esperando a los bárbaros" (fragmentos):

(...) -¿Por qué en el Senado tal inactividad? / ¿Por qué los senadores están sin legislar? / Porque los bárbaros llegarán hoy día./ ¿Qué leyes van a hacer ya los senadores?/ Los bárbaros cuando lleguen legislarán./ -¿Por qué nuestro emperador se levantó tan de mañana, y está sentado en la puerta mayor de la ciudad sobre el trono, solemne, portando la corona?/ Porque los bárbaros llegarán hoy día. (...) -¿Por qué comenzó de improviso esta inquietud y confusión? (Los rostros qué serios que se han puesto.) / ¿Por qué rápidamente se vacían las calles y las plazas y todos regresan a sus casas pensativos?/ Porque anocheció y los bárbaros no llegaron. / Y unos vinieron desde las fronteras y dijeron que bárbaros ya no existen. / Y ahora qué será de nosotros sin bárbaros. / Los hombres ésos eran una cierta solución.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 670404

elsiglo.mx