Una fábrica de explosivos y armas estalló ayer y dejó 78 muertos, después que fuerzas insurgentes la ocuparon brevemente y que civiles la saquearon, dijeron funcionarios yemeníes.
Muchas mujeres y niños de las aldeas cercanas murieron en el estallido, dijo personal médico y los funcionarios de seguridad en la provincia meridional de Abyan, donde tuvo lugar la explosión.
Al parecer el estallido fue accidental. Un trabajador de la planta dijo que fue causado por uno de los saqueadores que dejó caer un cigarrillo encendido que prendió una pila de pólvora.
Insurgentes islámicos ocuparon el domingo la fábrica, situada cerca de la aldea de Jaar, aprovechando la falta de seguridad en algunas partes del país derivada de la agitación política que amenaza con derrocar al presidente que ha gobernado a la empobrecida nación durante 32 años.
Los rebeldes pertenecen al movimiento islámico ultraconservador denominado salafismo. Aunque algunas de sus facciones son leales al gobierno, el grupo vio la oportunidad de hacerse de armamento y ocupó la fábrica.
Se llevaron dos autos blindados, un tanque, varias camionetas equipadas con ametralladoras y municiones, dijo Hakim Mohamed, un trabajador de la fábrica.
