Guerra no cesa. Las fuerzas libias leales a Muamar al Gadafi han vuelto a atacar, mientras los opositores se manifiestan ante la ofensiva que lanzó el ejército del Gobierno de Gadafi contra los manifestantes, quienes realizaban ayer viernes una marcha en la capital de Libia.
Las fuerzas leales al líder Moamar al Gadafi lanzaron ayer gases lacrimógenos contra los manifestantes que realizaron una marcha en la capital libia y que pedían el cese del gobernante.
Aunque Gadafi ha reforzado su control en la capital, sus fuerzas atacaron Zawiya, la ciudad más cercana a Trípoli que domina la oposición. Al mismo tiempo, los insurgentes pasaron a la ofensiva en la parte central de Libia y atacaron a las fuerzas gubernamentales en una terminal portuaria de carga de crudo.
Una brigada al mando de su hijo Khamis atacó Zawiya. El comandante de las fuerzas insurgentes -Hussein Darbouk, un coronel en el ejército de Gadafi antes de desertar - murió de un disparo de una ametralladora antiaérea, y por lo menos otros tres insurgentes perecieron en la batalla, dijo un activista local de la oposición.
Otro testigo indicó que 18 personas han muerto y 120 resultaron heridas en la lucha con el contingente de Gadafi en Zawiya. El testigo del hospital de Zawiya agregó que los insurgentes se vieron sorprendidos por una tenaza en ambos flancos de la ciudad.
Empero el activista, Alaa al-Zawi, y otro residente dijeron que Zawiya sigue en manos de la oposición. La lucha ocurre en el extremo occidental de la ciudad, a unos 50 kilómetros al oeste de Trípoli, donde la Brigada Khamis atacó ayer por la mañana ayudada por el fuego de morteros, ametralladoras pesadas y baterías antiaéreas -usadas con frecuencia como artillería de campaña en el conflicto.
Los combatientes de Zawiya han repelido varios ataques en las últimas dos semanas de las fuerzas de Gadafi para recuperar la ciudad.
Hasta ahora, las fuerzas del líder libio no han logrado recuperar la mayor parte del terreno en manos de los insurgentes, que dominan la totalidad del oriente de Libia y varias ciudades occidentales cercanas a Trípoli.
Los insurgentes atacaron a las fuerzas gubernamentales en el puerto de Ras Lanouf, una de las mayores terminales de carga de crudo situada a 620 kilómetros al este de Trípoli. Los combatientes, armados con fusiles automáticos Kalashnikovs y ametralladoras pesadas, lograron avanzar en el puerto oriental de Brega.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad lanzaron por lo menos cinco granadas de gases irritantes a unas 1,500 personas en el distrito capitalino de Tajoura. Los manifestantes de dispersaron brevemente pero volvieron a reagruparse para continuar la marcha, según un reportero de Associated Press que se encontraba en el lugar.
Las fuerzas de Gadafi habían instalado controles en la capital de Libia para registrar vehículos.
Los retenes suscitaron entre la población de Trípoli el temor de un nuevo derrame de sangre en la capital, donde los opositores han sido reprimidos con dureza.
La oposición convocó la manifestación después de las oraciones del viernes para demandar el cese de Gadafi. El viernes pasado hubo marchas similares que fueron reprimidas brutalmente por grupos de milicianos gubernamentales, que dispararon contra los manifestantes nada más comenzar las protestas. Los ataques dejaron un número indeterminado de muertos y heridos.
Los servicios de Internet, que han sido esporádicos en todo Libia durante la agitación en el país, fueron al parecer totalmente interrumpidos en Trípoli, así como en Bengasi, bastión de los opositores en el oriente de la nación norafricana. Horas antes de las oraciones, las calles estaban vacías. En el distrito de Tajoura, donde ha habido disturbios, un vehículo de la Policía se estacionó a varias cuadras de la mezquita principal, y un grupo de soldados montó un control a la entrada del distrito para revisar a los vehículos.
DESCARTAN INTERVENCIÓN
Estados Unidos descartó por el momento la intervención militar en Libia y apuesta por una "solución multilateral" ante los enfrentamientos entre seguidores del líder libio Moamar al Gaddafi y las fuerzas opositoras, dijo ayer la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
"Seguimos consultando con nuestros aliados de la OTAN y en Naciones Unidas, para determinar cuáles son las maneras constructivas y productivas de hacer frente a la situación", indicó.
"Estamos considerando una serie de opciones en las que podemos ayudar", afirmó ayer la secretaria de Estado en una rueda de prensa en Washington, sin ofrecer más precisiones.
Sin embargo, y ante las preguntas de los periodistas, Clinton eludió hablar de una posible intervención militar en Libia. "Por ahora nos estamos enfocando en la labor humanitaria", respondió la secretaria de Estado, y destacó el envío de equipos de ayuda y asistencia humanitaria a las fronteras tunecina y egipcia de Libia.
...PERO ALERTA INTERPOL
En tanto, la Interpol alertó ayer a las policías del mundo sobre las medidas internacionales adoptadas contra el líder libio, Moamar al Gadafi, y otras 15 personas, entre miembros de su familia y allegados.
La organización policial envió este aviso, que denomina "alerta naranja", a sus 188 países miembros para facilitar la aplicación de las sanciones de la ONU y colaborar con la investigación que ha puesto en marcha la Corte Penal Internacional (CPI).
La orden contra esas 16 personas fue emitida por haber "participado en ataques planeados contra la población civil, incluidos bombardeos aéreos".
El objetivo es coordinar las acciones de los países miembros de la Interpol para que ninguno de los incluidos en la lista pueda atravesar sus fronteras, y garantizar que permanezcan congelados sus bienes fuera de Libia.
Éxodo 'infinito'
Más de 172 mil personas han huido de la violencia desatada en Libia desde finales de febrero pasado y hasta ayer jueves, informó ayer la Oficina de Naciones Unidas (ONU) para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. La coordinadora de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, explicó en conferencia de prensa que la mayoría de las personas que han huido de Libia es de trabajadores migrantes, en especial hombres, que intentan regresar a su hogar.
Amos indicó que los exiliados huyen a Túnez y Egipto, principalmente, y en menor medida a Níger, por lo que pidió a esas naciones mantener abiertas sus fronteras para recibir a más personas.
La funcionaria de la ONU expresó su preocupación por los reportes, que su agencia no ha confirmado de manera directa, respecto a que fuerzas leales al líder libio Muamar al Gadafi se han apostado cerca de la frontera con Túnez para impedir la salida de más personas de Libia. Amos también informó que la situación humanitaria al este de Libia aún no es de una escala preocupante.
Reconoció que todavía ha podido evaluar las condiciones en el Oeste de Libia. En tanto, La cotización del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) registró ayer un fuerte ascenso del 2.46 % ante la escalada de la violencia en Libia y cerró a 104.42 dólares por barril, lo que supone su precio más alto en dos años y medio.
Por tercera jornada consecutiva los contratos de futuros del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en abril se mantuvieron por encima de la cota de los 100 dólares por barril (159 litros) después de sumar 2.,51 dólares respecto a la jornada anterior.
Viernes sangriento
Las oraciones en Libia se vieron empañadas por la represión que sufrieron los opositores:
⇒ Al menos 32 personas han muerto y decenas han resultado heridas en el ataque a un polvorín militar situado a 30 kilómetros de Bengasi, la principal ciudad del este de Libia en poder de los rebeldes.
⇒ Un testigo, dijo que cayó en el polvorín un primer misil que causó una llamarada que se elevó a 40 metros. Otro segundo impactó en el cuartel 4 minutos después.