Un estudio, realizado por el Centro para Estudios de Inmigración, consideró que aunque han mejorado drásticamente las medidas de seguridad en Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, 'el Gobierno no ha completado la tarea'.
El Gobierno de Estados Unidos debe realizar un mayor escrutinio de todo extranjero que intente entrar al país, incluyendo su historial migratorio, y además, incorporar información biométrica e imágenes digitalizadas del rostro en la lista de presuntos terroristas extranjeros, según un estudio divulgado hoy.
El estudio, realizado por el Centro para Estudios de Inmigración (CIS, por su sigla en inglés), consideró que aunque han mejorado drásticamente las medidas de seguridad en Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, "el Gobierno no ha completado la tarea".
"Con este informe queremos ofrecer recomendaciones para impedir la entrada de posibles terroristas que buscan aprovechar las debilidades de nuestro sistema de vigilancia en las fronteras y aeropuertos, sin perjudicar la entrada de viajeros legítimos", dijo Janice Kephart, directora de Seguridad Nacional del CIS y autora del estudio.
"Hemos logrado mucho desde el 11-S, pero necesitamos completar la tarea. No hay cabida para la complacencia; ya tenemos la tecnología que nos permite separar a los terroristas de los pasajeros legítimos", explicó Kephart, quien insistió en la necesidad de que el Gobierno "piense en medidas a largo plazo".
Desde el 11-S, las autoridades han consolidado el uso de listas de personas a las que se les niega la entrada a Estados Unidos si existe suficiente "sospecha razonable" de que intentaría cometer un acto terrorista.
La lista está compuesta principalmente de presuntos terroristas extranjeros, y sólo el 2 por ciento de los nombres pertenece a ciudadanos o residentes legales de Estados Unidos.
El CIS cree que el Gobierno de Estados Unidos debe incorporar por completo en esas listas los datos biométricos e imágenes digitalizadas del rostro y huellas digitales de los viajeros, para evitar la identificación errónea de pasajeros "legítimos".
El informe de Kephart también recomienda que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) elabore y actualice periódicamente el historial migratorio y de viajes de los extranjeros que solicitan visa de entrada a Estados Unidos, y que esa información sea compartida con toda la comunidad de inteligencia.
Esa recomendación en particular, que también fue hecha por la comisión que investigó los atentados del 11-S, ya es ley pero el Congreso no ha tomado medidas para asegurar que ésta se ha puesto en marcha, según el informe.
El documento también recomienda que el Congreso amplíe las llamadas Unidades de Seguridad de las Visas (VSU, por su sigla en inglés) y que el DHS también tenga autoridad para revocar visas, algo que hasta ahora sólo recae en el Departamento de Estado.
El CIS además recomienda que Estados Unidos "haga lo posible" por mantener en vigor los acuerdos pactados con la Unión Europea en lo que se refiere a la elaboración de las listas de pasajeros antes de que aborden un vuelo con destino a este país.
El Gobierno de Estados Unidos debe revisar, al menos cada dos años, la información de todas las personas que han conseguido visas, y revisar también cada vez que alguien intente viajar a este país, añadió el análisis.
Esa revisión debe incluir tanto a personas que provienen de países exentos de visas como a personas de países que son "enemigos" de los Estados Unidos, de manera que se aplique por parejo y sin posibilidad a la discriminación.
"Esto pondría a todo solicitante de visa en un terreno nivelado. La idea es que si alguien tiene una visa de más de dos años, se le revise su información... no esperemos a que la persona ya esté abordando un avión para revisar sus datos", dijo Kephart.
Según Kephart, el arresto del nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, que viajó a Estados Unidos con visa vigente e intentó hacer explotar un avión con destino a Detroit el día de Navidad en 2009, es prueba de que el sistema de seguridad no está completamente libre de deficiencias.
Pero aseguró de que Estados Unidos ya tiene tecnología, como las "nubes codificadas" y programas para el almacenaje de extensas cantidades de datos, que permiten a las agencias compartir toda clase de información sin comprometer la seguridad y privacidad de esos datos.