La delegación de Sudáfrica, país anfitrión de la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) de Durban (Sudáfrica), reclamó hoy la creación de mecanismos que obliguen a los países desarrollados que no firmen el Protocolo de Kioto a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
"Los compromisos adoptados en Cancún por los países del Anexo I (los países desarrollados) deben ser convertidos en obligaciones legales", dijo hoy el portavoz del Gobierno sudafricano, Jimmy Manyi.
En Cancún (México), sede de la cumbre sobre Cambio Climático de 2010, los países desarrollados y las economías en desarrollo realizaron compromisos voluntarios nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2020.
Estos compromisos, no vinculantes, se solapan con el Protocolo de Kioto (PK), el único tratado legal que obliga a los países desarrollados, a excepción de Estados Unidos, a reducir sus emisiones y cuyo primer plazo finaliza en 2012.
Canadá, Rusia y Japón han anunciado que no firmarán un segundo periodo, con lo que, a partir de 2013, quedarán sujetos únicamente a su propia voluntad a la hora de cumplir con los compromisos que adoptaron en Cancún.
Sudáfrica, que ostenta la presidencia de la COP17, afirmó hoy que "la adopción de un segundo periodo del PK es crucial" y que Durban "debe asegurar los acuerdos de Cancún mientras se construye un régimen internacional futuro contra el cambio climático con entidad legal".
La Unión Europea ha propuesto la adopción de una hoja de ruta para la puesta en marcha de un nuevo acuerdo global vinculante que incluya a los principales emisores de gases.
La plan europeo prevé la renovación del PK como elemento transitorio, para asegurar la continuidad de la lucha contra el cambio climático mientras se negocia el nuevo marco internacional, que debería firmarse en 2015 y ser puesto en marcha en 2020.
"Durban debe construir sobre lo que ha sido ya alcanzado", afirmó el portavoz del Ejecutivo sudafricano, refiriéndose al PK y los acuerdos de Cancún.
Jimmy Manyi desgranó los objetivos de la cumbre de Durban, que deberá avanzar en acciones de adaptación a los efectos del cambio climático, en consonancia con la postura de los países africanos.
La delegación sudafricana mostró igualmente la necesidad de dotar de financiación a la lucha contra el calentamiento global, como pieza base para la puesta en marcha de políticas en los países en desarrollo.
"El Fondo Verde para el Clima (FVC) debe ser adoptado (en Durban), y debemos hacer progresos en los mecanismos de financiación a largo plazo", añadió Manyi.
La COP16 acordó designar un Comité de Transición para diseñar el FVC, un mecanismo que debe poner a disposición de los países en desarrollo 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para adaptarse a la lucha contra el cambio climático.
Las diferencias sobre las fuentes de financiación, la forma de acceso a los fondos, la participación de la iniciativa privada y las acciones que podrían beneficiarse de esa bolsa de dinero, acabó por impedir un acuerdo antes de la reunión de Durban, con la negativa de EEUU y Arabia Saudí a suscribir el texto.
La COP17 se celebra en Durban desde el pasado 28 de noviembre y está previsto que concluya mañana.