Ya hemos aprendido a vivir con la injusticia y seguir adelante como si no pasara nada, es momento que se termine y esto puede ser un detonador... tiene ese poder, lo tuvo enmí”. Diego Luna Cineasta
MÉXICO, DF.Antonio Zúñiga era un vendedor ambulante enfocado en sus propios asuntos cuando la Policía lo arrestó una tarde del 2005 mientras caminaba por su vecindario de Ciudad de México.
Las autoridades lo acusaron del asesinato de un joven pandillero al que nunca había visto en su vida y Zúñiga fue sentenciado a 20 años en prisión, a pesar de que había evidencia abrumadora de su inocencia.
La historia pudo haber acabado allí de no haber sido por dos decididos abogados que, armados con una cámara de video, lograron que se repitiera el juicio y Zúñiga fuese liberado.
El video del proceso se convirtió en el inquietante documental "Presunto culpable", que ayer llegó a distintos cines del país, en su primer paso por salas comerciales.
El poderoso documental, que se estrenó hace dos años en el Festival de Cine de Belfast, ha sido mostrado en más de una docena de festivales internacionales y en la televisión pública de Estados Unidos. Incluso ganó un premio al mejor documental en el Festival de Cine de Morelia, en México, en el 2009.
Pero como su protagonista, Zúñiga, "Presunto culpable" se hubiese quedado olvidado en su propio país de no haber sido por la élite del mundo del entretenimiento nacional, que coordinó y promovió su lanzamiento comercial, en momentos en los que abusos y casos de fallas legales están ocupando titulares y provocando la indignación del público, tanto en México como en el exterior.
Roberto Hernández y Layda Negrete, los abogados detrás de "Presunto culpable" pidieron ayuda a Alejandro Ramírez, presidente ejecutivo de la cadena de salas de cine más grande de México, cuando no encontraban quién les distribuyera el documental.
Ramírez, quien había visto la cinta en Morelia, decidió distribuirlo a pesar de que su compañía no lo hace normalmente.
Hernández y Negrete, quienes por años han hecho campaña para modificar el sistema judicial en México, realizaron una encuesta de prisioneros en el 2008 en Ciudad de México y descubrieron que 95% de los acusados eran condenados. También detectaron que en 92% de los casos no había pruebas físicas y se basaban en el testimonio de testigos.
"Me gustaría que la gente lo viera, y luego que todos hiciéramos algo para de verdad cambiar este sistema, porque que te dé miedo quien te debe de dar seguridad, es de verdad horripilante", dijo Antonio Zúñiga.
