Discriminación. Invitados por el senador Graco Ramírez, presidente de la Comisión deDesarrollo Social, los niños iban acompañados por el psicólogo Alfredo Hernández Higuera, de la fundación Ser Humano, A.C, quien planteó el problema de discriminación legal y social que enfrentan los pequeños.
Un grupo de 15 niños portadores del VIH visitó ayer el Senado usando pasamontañas para proteger su identidad.
Invitados por el senador Graco Ramírez, presidente de la Comisión de Desarrollo Social, los niños iban acompañados por el psicólogo Alfredo Hernández Higuera, de la fundación Ser Humano, A.C, quien planteó el problema de discriminación legal y social que enfrentan los pequeños.
El psicólogo reprochó el hecho de que los Códigos Civiles y de Procedimientos Civiles de la mayoría de los estados prohíben a las personas portadoras contraer matrimonio civil o adoptar.
"Entonces, qué les estamos dejando a estos niños que ninguna actividad realizaron para contraer esta enfermedad y que nacieron así directo de su madre al momento del embarazo, cuando estuvieron en parto o los amamantaron.
"Es el primer cambio que pedimos que se haga. Sabemos que todavía hay muchísima discriminación, pero a estos niños ya los alcanzó el futuro y tienen derecho, como cualquiera, de formar familia", dijo.
El pliego petitorio abarcó también un exhorto para que se legisle en favor de los derechos de los infantes y "en forma explícita se ponga en la Constitución un apartado especial que garantice la educación, la salud y el bienestar social de los niños con este tipo de enfermedades incurables".
Tras comparecer ante la prensa, el senador invitó a los niños a una sala para ofrecerles sandwiches, leche, pan y refrescos.
Dos de los niños repartieron a la gente que llegaba al Senado moños rojos, símbolo de la lucha contra el Sida.
DESESTIMA SSA PÉRDIDA DE RECURSOS
Por su parte, el secretario de Salud, Salomón Chertorivski, aseguró que la pérdida de los fondos aportados por el Fondo Global de Lucha contra el Sida, la malaria y la tuberculosis no afectarán las políticas nacionales de VIH/Sida.
Al participar en la conmemoración del Día Mundial de la Respuesta al VIH/Sida, Chertorivski indicó que los recursos que aportaba el Fondo a México apenas representa el 3 por ciento del presupuesto que destina el Gobierno federal a esta estrategia, incluyendo la compra de medicamentos antiretrovrales.
En entrevista posterior al evento, el funcionario dijo que la dependencia a su cargo analiza de dónde obtendrá los recursos necesarios para hacer frente a la disminución de fondos que habrá como resultado de la decisión del Fondo Global.
Adelantó que el dinero podría venir del Seguro Popular y garantizó que no se descuidarán las tareas de prevención y atención de la enfermedad.
El lunes pasado, el Censida anunció que el Fondo Global decidió quitarle a México las donaciones para prevenir el VIH al considerar que su ingreso al G20 lo coloca como un país de ingresos medios.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) destacó que las personas que viven con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) no deben de ser víctimas de rechazos o abuso por motivo alguno.
El organismo nacional informó que se han realizado esfuerzos durante este año para disminuir el número de nuevas infecciones, reducir la cifra de decesos ocasionados por esta enfermedad y eliminar la discriminación a los portadores.
La CNDH indicó que realiza el 'Programa de promoción de los derechos humanos de las personas que viven con VIH y/o Sida', a través del cual de enero a noviembre se ha editado y distribuido más de 381 mil materiales dirigidos a grupos vulnerables como trabajadoras sexuales, embarazadas y niños.
Además se realizaron talleres, pláticas y cursos en los que se capacitó a seis mil 461 personas que viven con VIH, estudiantes y activistas de organizaciones no gubernamentales, además de dos mil servidores públicos de los sectores educativo, de salud e igualdad de género.
Nada detiene los sueños de Yasmín
Yazmín es una niña de 14 años, huérfana, portadora del VIH-Sida, y con todas las ganas de vivir. En su lucha por obtener tratamientos y seguir una vida normal ha sido víctima de discriminación por compañeros de escuela; sin embargo, ella asegura no sentirse diferente, y que lo único que la distingue de los demás es que debe tomar medicamentos toda su vida. “Eso no me detiene para mi sueño de ser chef”.
En Guerrero, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, desde 1983 que apareció el primer caso a la fecha se tiene un registro de 2 mil 928 casos de los cuales 109 son niños que fueron contagiados por su madre al nacer.
Yazmín forma parte de estas estadísticas, al igual que otros 10 niños más que viven en la casa Villa Sarita. La mayoría de los padres de estos niños son campesinos y murieron tras contraer esta enfermedad viral.
Villa Sarita ha atendido 25 niños y ninguno ha fallecido debido a que llevan un buen control de su medicamento; sólo 10 permanecen en la casa- hogar y tres están en el proceso de adopción, mientras que el resto han sido integrados con sus familiares, pero se les lleva un seguimiento de su caso.
La presidenta del Grupo de Amigos con VIH, AC, Rosa María Palo Alto, dice que en los niños es más difícil que se multiplique el virus e incluso que se detecte en su sangre, debido a los retrovirales y alimentación balanceada que reciben en la casa.
“Mis jovencitas si el día de mañana deciden hacer su vida normal y embarazarse es casi un hecho de que sus bebés van a nacer sin el VIH, porque el tratamiento inhibe al virus como para que se transmita a otro cuerpo”.
Yazmín llegó a la casa Villa Sarita a los dos años, fue la primera niña que recibieron en esta casa luego de que sus padres murieron por una enfermedad como consecuencia del VIH-Sida.
Originaria del municipio de Marquelía, Yazmín estudia el segundo grado de secundaria donde lleva el taller de cocina y se perfila para ser “una gran chef, que sea bien pagada”.
En un principio, menciona, ella quería ser maestra, pero vio que el salario no es bueno y se desanimó.
El aprender a cocinar le ha ayudado a las labores que a veces tiene que hacer en Villa Sarita, donde cocina para otros nueve niños, entre ellos un joven que cumplió 18 años.
“Cuando no viene la cocinera, yo preparo sopa, pollo o carne para los niños que están aquí en Villa Sarita y me gusta cocinar”, menciona.
Yazmín sigue un tratamiento de medicamentos para controlar el virus y tener más tiempo de vida. Recuerda que cuando estudiaba la primaria en una escuela privada, los maestros y los alumnos la señalaban y la relegaban de las actividades cuando se enteraron que era portadora del VIH.
Su caso fue atendido por las comisiones Estatal y Nacional de Derechos Humanos y se emitió una recomendación a la Secretaría de Educación, la cual fue atendida.
Palo Alto dice que la madre de Yazmín al morir encargó a la pequeña de dos años con su madrina de bautizo, pero al no ser aceptada por tener el virus del VIH-Sida, el esposo de ésta tuvo que llevarla a Villa Sarita.
Está a punto de cumplir sus 15 años, pero no quiere fiesta, su deseo es irse en un crucero por el mundo.
Yazmín, quien es la consentida de Villa Sarita, dice que también ayuda a los pequeños a realizar sus tareas, aunque confiesa que detesta las matemáticas.
Otro caso es el de Emily, de seis años. Su madre de 19 años, quien se dedicaba al comercio ambulante, contagió a la niña del virus al nacer.
Emily fue canalizada a Villa Sarita a través de la Secretaría de Salud, cuenta Rosa María Palo Alto. Hoy la niña juega como una pequeña normal y estudia el primer año de primaria.
“Es lamentable que una madre como la de Emily saben que son portadoras del virus y no hacen conciencia y siguen teniendo hijos”, dice.
El 60 por ciento de los padres de los niños que han sido atendidos en Villa Sarita son campesinos y originarios de municipios de la región de la Costa Chica, donde de acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Salud se tiene un registro de 646 casos, situándose en el tercer lugar a nivel estatal.
Guerrero a nivel nacional ocupa el séptimo lugar con casos de VIH-Sida y desde 1983 a la fecha se tiene un acumulado de 2 mil 928 casos y anualmente se registran 300 nuevos.
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