Riñas. Entre agresiones verbales e intentos de reventar la manifestación concluyó la protesta de ayer en la Macroplaza de Monterrey, en demanda de la renuncia del gobernador Rodrigo Medina y del alcalde Fernando Larrázabal, ante los recientes hechos de violencia.
"Larrazábal renuncia ya", y también, "Recuperemos México, no más miedo, no más muerte. Renuncia Felipe Calderón".
Por micrófono, los organizadores recuerdan el carácter pacífico de esta manifestación, por eso a los jóvenes que usan máscaras les piden que se las retiren para que todos se vean cara a cara.
Sin embargon, la manifestación ciudadana para exigir la renuncia del gobernador Rodrigo Medina (PRI) y de alcalde de esta ciudad, Fernando Larrazábal (PAN), concluyó entre agresiones verbales y varios intentos de reventar la manifestación provocados -supuestamente- por grupos priistas cercanos al mandatario.
En la Explanada de los Héroes, cientos de personas se congregaron para exigir la dimisión de ambos funcionarios por los niveles de inseguridad en los que se encuentra el estado, y los supuestos casos de corrupción de la administración local, que se han ventilado tras el atentado en el Casino Royale, el pasado 25 de agosto y en el que murieron 52 personas.
Sin embargo, poco antes de las 18:00 horas, grupos con pancartas en contra del presidente Felipe Calderón donde exigían su renuncia, con tambores y con máscaras negras de luchadores, tomaron literalmente la plaza y trataron de subir al estrado.
Estas personas estaban encabezadas por quien dijo llamarse "Emilio Gómez", quien encaró a los organizadores y exigió que se respetara la figura del gobernador priista Rodrigo Medina y que "no se hablara mal de él".
Tras varios intentos, los supuestos integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) subieron al templete principal donde colocaron mantas con las frases "Alto al genocidio, renuncia, Calderón".
Daniel Rodríguez, estudiante y uno de los organizadores de la protesta, aseguró que era una tristeza que grupos de infiltrados pagados por el PRI no respetaran el carácter pacífico de la manifestación y agredieran a los asistentes.
La protesta, concluyó con la entonación del Himno Nacional y cuando los priistas se trasladaron a las escalinatas del Palacio de Gobierno, para defender a su gobernador entre gritos de "comelonches y vendidos".
La Iglesia Católica afirmó en el editorial del semanario Desde la Fe, de la Arquidiócesis Primada de México, que detrás de la tragedia del Casino Royale, donde murieron 52 personas hay una cloaca que no sólo involucra al crimen organizado, sino a servidores públicos, legisladores y gobernantes, policías e inspectores en contubernio con delincuentes.
El universal
'Sólo para distraer'
Los videos donde aparece Jonás Larrazábal, hermano del alcalde de Monterrey, recibiendo dinero de casinos presuntamente por "cobro de piso" son para desviar la atención del tema central: la incapacidad del gobernador Rodrigo Medina para gobernar, asegura Tatiana Clouthier, de la organización Evolución Mexicana.
En entrevista, la hija del excandidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) Manuel J. Clouthier, "Maquío", dice que tras el atentado al Casino Royale, que dejó un saldo de 52 víctimas mortales, no es posible dejar de lado que la presión social y algunos empresarios pedían la renuncia del mandatario priista.
Clouthier señala que la corrupción está en el ADN del Gobierno Estatal y local. "De un lado lo vimos con el hermano del alcalde de Monterrey -Jonás Larrazábal-; por otro lado, lo vemos en el padre del gobernador Medina, Humberto Medina Ainslie, que controlaba cierta parte de los tribunales contenciosos administrativos relacionada con la parte de construcción y permisos, dando amparos", afirma.
-¿Con el atentado se abrió la cloaca de la corrupción? -se le inquiere. -Ya estaba abierta, pero ahora es extremadamente burdo. Los ciudadanos hemos denunciado corrupción, impunidad y tapaderas y complicidades.
-¿De quiénes?
-De la autoridad con el crimen organizado, la gente de la mafia o como le queramos llamar, y que hay una complicidad de tolerancia (a los actos ilegales).
