Cientos de personas han visitado en las últimas horas la capilla del hospital Niño Jesús de Roma, donde se expone una ampolleta con la sangre del beato Juan Pablo II similar a la que recorre estos días las diócesis de México.
Feligreses en general, familias y sobre todo pacientes del nosocomio –propiedad del Vaticano y ubicado a unos metros de la Plaza de San Pedro- han hecho largas filas desde las 06:00 horas locales (04:00 GMT) para venerar las reliquias, que se exponen desde el jueves.
La noche del jueves el 'número dos' de la Sede Apostólica, el secretario de Estado Tarcisio Bertone, entregó la ampolleta durante una ceremonia en la cual destacó la importancia que ha tenido en México el peregrinaje de una de las reliquias similares.
La sangre del beato Juan Pablo II volvió así al hospital Niño Jesús, donde fue custodiada durante más de seis años, luego que fue extraída en 2005 a Karol Wojtyla poco antes de su muerte, como medida preventiva ante la eventual necesidad de una transfusión sanguínea.
La veneración de las reliquias es una de las múltiples manifestaciones previstas en Roma con motivo de la celebración, por primera vez, de la fiesta litúrgica dedicada al Juan Pablo II mañana sábado.
En ese marco, este viernes fue inaugurada en el Atrio del Aula Pablo VI la exposición 'Los rostros del beato Juan Pablo II', integrada por ocho retratos realizados por la pintora polaca Anna Gulak.
'El ciclo gráfico no ha sido terminado. Estas ocho obras son solamente el inicio de un viaje en el intento por mostrar auténticamente todos los aspectos humanos de nuestro gran beato: un verdadero hombre de Dios', escribió la artista.
'Creando los retratos monumentales, inspirándome al uso artístico y contemporáneo de los cartelones, deseo llamar la atención del espectador e invitarlo a un diálogo con la verdad', agregó.
Junto a las pinturas se exponen también dos bocetos de esculturas; una de ellas muestra al Papa apoyándose sobre su báculo en una imagen ya famosa.
Mientras, mañana sábado será inaugurado un mosaico dedicado al beato en el Santuario del Divino Amor de Roma durante una solemne celebración eucarística que presidirá, por la tarde, el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica de San Pedro.
La imagen, realizada por Luca Vernizzi y Marco Santi del grupo de mosaicos de Ravena (Italia), lleva por título 'De virtud, roca de la Iglesia' en referencia a unas palabras de Benedicto XVI durante la beatificación de su predecesor.
'La gran dificultad fue hacer el retrato del Papa a partir de una fotografía, eliminar lo estático y la muerte de la imagen impresa, para que el retrato pudiese ser realizado como del natural', indicó Vernizzi.
'Fundamentales fueron los ojos, son éstos los que determinan el retrato y he querido darle junto a la profundidad, dulzura y serenidad. El desafío de unir estos tres elementos era lo que me apasionaba', enfatizó.
