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Feliz Navidad

El Filósofo de Güémez

RAMÓN DURÓN RUIZ

Nuestros pueblos están bendecidos por el ingenio de los abuelos, gente excepcional llena de sabiduría, que por derecho propio son recipiendarios de la rica tradición oral y de los dones que la vida provee a los iluminados; se llama don porque es la amorosa manera de entregar su poder en la totalidad al servicio del prójimo.

Para el viejo filósofo la Navidad, además de ser el tiempo en que conmemoramos el nacimiento de Jesús, es una oportunidad más para que expreses, a tu familia, a quienes te rodean, a los que amas y te aman, a quienes te dan su amistad... a la vida entera, todos tus dones a través del maravilloso potencial del amor que en tu interior anida.

Verás cómo el universo te regresa amor, pero multiplicado, porque la vida fluye lenta, pero incesantemente, siempre jugando a tu favor, para que todo lo que suceda sea para tu bien, para el natural crecimiento de tus dones y bienes.

Navidad, ¿que es natividad?, es nacimiento, tiempo propicio para que explorando tu vida interior, te des cuenta que diariamente vives en la frontera de los milagros, porque "Dios no patrocina fracasos" y tú estás aquí para expresar tu grandeza y tus dones, para no darte por vencido, regalándote el permiso de seguir adelante y si es necesario volver a empezar, sabiendo que la vida siempre tiene una segunda oportunidad para los que saben de la fuerza y del poder de la fe.

Así que sal a entregar el potencial de tus dones a la gente de tu vida; date tiempo para abrazar con amor, sonreír con alegría, dar con humildad y para trabajar en tu felicidad, (recordando que los problemas llegan solos) animándote a soñar con lo que tienes derecho: un mundo y una vida mejor.

Época en la que te permitas perdonar, que es la mejor manera de darle aire a las alas de tu vida para que tu espíritu levante vuelo. Oportunidad para que camines de la mano de Dios hacia el pesebre, experimentando el bienestar generado por el amor y la paz interna.

Navidad es oportunidad para que silencies tus palabras ofensivas y dejes de criticar, de diseminar culpas por tu camino, de usar el papel de víctima, que sólo te conducen a debilitar tus fortalezas; este, es el momento para que haciéndote responsable de tu evolución, utilices el poder de la transformación que te conduce a ser recipiendario de miles de bendiciones, que son el salario de tu trabajo espiritual.

Diciembre, es tiempo para que invites al Señor a tu corazón llenando tu mundo de esperanza, tiempo de dar gracias a Jesús porque te permite alumbrar tu camino y celebrar con Él la navidad; "Él quiere que hagas de tu vida una eterna navidad", donde la abundancia de dones y de bienes y la convicción de un mundo en armonía, llenen tu vida cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día de 2012.

Si tu tarea es ser mejor cada día, qué mejor que te reencuentres con la esencia de la vida a través de la oración, que es el camino más corto para llegar a las manos de Dios, la manera más sencilla de conectarte con el Señor, la forma más humilde de encontrarte con lo mejor que la vida tiene para ti.

La oración abre puertas que la razón cierra, porque "todos los caminos conducen al cielo", la oración es la vía que nos encuentra con el Padre cuando buscamos una luz en los intrincados caminos de la vida, nos lleva a no esperar nuestra felicidad, sino a salir a su encuentro, porque en Navidad -como en todas las fechas- no existe en el universo nada más sublime que un hombre, una mujer, una familia entera en oración, todas las bellezas palidecen ante su poder.

Permítame estimado lector desearle una Feliz Navidad y concluir mi comentario con una oración -que me envió mi primo Jorge Rodríguez Morales- que mi tía Baldramina Ruiz recitaba:

"Señor si entre las sombras va mi vida,

Sin vislumbrar hermosa claridad;

Si mi estrella polar está perdida

Y la paz de mi alma está escondida...

Dame serenidad

Si al ir por entre sendas escabrosas,

Me encuentro con un niño en orfandad;

Si encuentro mis rosales sin sus rosas,

Si a mi huerto no vienen mariposas...

Dame serenidad

Señor, cuando la vida me sonría,

Cuando tenga en mi ser felicidad;

Cuando salte mi pecho de alegría,

Cuando sea todo yo una sinfonía...

Dame serenidad

Dame tu santa paz a todas horas,

Ayúdame a crecer en santidad;

Y en las tardes tranquilas que coloras

Y en las noches de estrellas fulgurantes

Dame serenidad".

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