La noche del sábado se llevó a cabo el Festival Taurino con motivo del aniversario del Coliseo Centenario de Torreón, resultando triunfador 'Paquito' Ortiz. (Archivo)
Una buena cantidad de aficionados, amigos y familiares acudieron a testificar el Festival Taurino con motivo del aniversario del Coliseo Centenario de Torreón. La espera obligó al público a solicitar la salida de las coletas, los cuales partieron plaza 45 minutos después de la hora pactada. Festival con lomos a prueba de acero, concluyendo triunfador Paquito Ortiz al cortar la única oreja del festejo, sus compañeros de academia se fueron en blanco.
CÉSAR VÁZQUEZ
El primero en salir a la arena es el novel aficionado práctico César Vázquez, situado en los medios recibe con la capa a "Desmayadito", el novillo acude impetuoso; en la suerte de banderillas los alumnos colocan un arete por par. A la hora de la verdad múltiples pinchazos, tras dos avisos el novillo muerde el polvo. César escucha palmas.
GERARDO VALENCIA
De la puerta de chiqueros se desprende el primer eral de la tarde denominado "Mr. Rabbit"; con vistosos lances y chicuelinas Gerardo le da la bienvenida, y luego él mismo ejecuta la suerte de banderillas, en el segundo par el enemigo hace por él y lo derriba tras pegarle con un pitón en el muslo.
GERARDO SOLÍS
El segundo eral fue denominado "Ciruelos", para el joven Gerardo Solís, quien le da la bienvenida de hinojos y ejecutando lances, poniendo en práctica su toreo de salón; la suerte de banderillas se ejecuta pulcramente. Muleta en mano Solís inicia labor, y ante la áspera embestida de su enemigo recibe instrucciones del matador en retiro Arturo Gilio.
PAQUITO ORTIZ
El cuarto de la tarde resultó ser "Sí te entiendo" tocando en suerte al joven alumno Paquito Ortiz, antes de ser recibido con la capa, el eral, de amplio recorrido, salta y choca con las tablas, tras la suerte de banderillas Ortiz se arma de valor y muleta en mano inicia labor al tiempo que escucha el "ole", muestra de apoyo por parte de sus amigos y familiares, que se conectan con la artística forma de lidiar de este chaval, que por naturales lleva ligado al eral, en el cruce de voluntades Paco hunde el acero y obtiene como premio una oreja y vuelta al ruedo.