Operativo. Para salvaguardar la integridad de los visitantes, decenas de policías se coordinaron para vigilar el recorrido. Representación. El contingente partió de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
Bajo los quemantes rayos del sol, ayer por la mañana se llevó a cabo el Vía Crucis viviente en Ciudad Lerdo, con la participación de jóvenes y adultos católicos, seguidos de cientos de personas que recorrieron los dos kilómetros hasta llegar a la Iglesia de Guadalupe, en la colonia San Isidro.
RECORREN EL TRADICIONAL CAMINO Bajo la asesoría del párroco del Sagrado Corazón de Jesús, Rubén González Romero, los jóvenes iniciaron el Vía Crucis en la Plaza Principal -donde tuvo lugar la interpretación del juicio y condena de Jesús-, para de ahí partir por la avenida Francisco Sarabia y tomar la Allende hacia el poniente, hasta la Iglesia de Guadalupe, donde eran esperados por los fieles de ese templo.
En esta ocasión, y como en años anteriores, se contó con la participación de aproximadamente 60 personas en los diferentes papeles, quienes se prepararon con tres meses de anticipación, según relataron los organizadores.
Cada una de las 14 estaciones fueron explicadas por el párroco del Sagrado Corazón de Jesús, sobre el episodio de la Pasión del Señor.
ES UN ACTO DE FE Y ESPERANZA
En este ejercicio piadoso, las estaciones tienen un núcleo central, expresado en un pasaje del Evangelio o tomado de la devota tradición cristiana, que propone a la meditación y contemplación uno de los momentos importantes de la Pasión de Jesús.
El calor no fue obstáculo para que durante el trayecto se fueran incorporando más personas hasta el Templo de la colonia San Isidro, donde se reunieron alrededor de mil fieles católicos de todas las edades.
El Vía Crucis, como una de las más antiguas devociones populares, hace posible la meditación del evangelio de la pasión y combina la verdad histórica y la creación del espíritu religioso.
