Los datos económicos recientes para Estados Unidos (EU) indican que su economía está creciendo, quizá más de lo esperado hace unos meses, pero al mismo tiempo muestran que el problema de la desocupación, si bien mejoró algo al cierre de 2010, todavía seguirá siendo un lastre para una recuperación económica sana y sostenida.
El alto desempleo fue la razón principal que llevó a la Reserva Federal (Fed) a comprometerse a fines del año pasado con una segunda ronda de relajamiento cuantitativo durante la primera parte de 2011. Este anuncio y la extensión de los recortes impositivos por dos años más propiciaron un aumento en los estimados de crecimiento económico para EU y, en consecuencia, para México.
El comunicado de la Fed en relación con el resultado de su reunión que terminó el 26 de enero pasado no modificó, para todo fin práctico, el lenguaje que ha venido utilizando desde hace muchos meses. Sigue mostrando la longevidad de Matusalén en cuanto a mantener inusualmente bajas las tasas de interés, así como que permanecerían así por un "período prolongado".
Los mercados financieros recibieron positivamente este comunicado de la Fed, cuando en realidad debiera ser motivo de una gran preocupación. Es cierto que el desempleo sigue alto y el sector de vivienda no volverá a la normalidad por varios años, pero cada día que pasa aumenta el peligro de que el exceso de liquidez genere no sólo burbujas de precios de bienes y activos en países emergentes, sino también presiones inflacionarias en EU.
Por otra parte, uno debe ver con mucha suspicacia que la Fed considere necesario mantener una política monetaria extremadamente laxa, puesto que ello significa que no está convencida de que la recuperación es sostenible, ni que lo será en el resto del año, ya que la política monetaria tarda de 12 a 18 meses en afectar a la economía, por lo que los estímulos que se aplican hoy tendrán efecto hasta el 2012.
Considero que la Fed se encajonó con la frase "período prolongado" y ahora no queda claro si sabe, realmente, cómo dejarla de usar sin ocasionar trastornos importantes en los mercados financieros.
No obstante, todos sabemos que la frase y las tasas actuales no pueden permanecer de manera indefinida. Dejar por mucho tiempo la política monetaria acomodaticia alimentaría las presiones inflacionarias, por lo que en algún momento tendrán las autoridades monetarias de EU que cambiar su lenguaje y, eventualmente, subir las tasas de interés.
El cambio de lenguaje quizá suceda tan pronto como en alguna de sus dos próximas reuniones (15 de marzo o 26 y 27 de abril), cuando la Fed pudiera dejar de utilizar la frase "período prolongado", para luego subir las tasas de interés más adelante en el año, o a principios de 2012.
La idea de que el momento de eliminar la famosa frase esta cerca se finca en la nueva composición del Comité de Mercado Abierto de la Fed, que el año pasado sólo tuvo una voz disidente en Thomas Hoenig, presidente del banco de la Fed en Kansas City, pero que este año tiene tres nuevos miembros que en el pasado han expresado sus reservas en cuanto a la prolongación de la política monetaria laxa.
Los nuevos integrantes del Comité son Richard Fischer de Dallas, Charles Evans, de Chicago, Charles Plosser de Filadelfia y Narayana Kocherlakota de Minneapolis. De ellos, sólo Evans no ha cuestionado el término "período prolongado", pero aún él en marzo del año pasado lo definió como "3 ó 4 reuniones del Comité de Mercado Abierto de la Fed".
Por su parte, Plosser dijo a mediados del mes pasado que si bien el desempleo permanecerá alto por el futuro previsible, no descartaba la posibilidad de favorecer un alza de las tasas de interés este año si lo ameritara el ritmo de crecimiento de la economía.
Señaló, en concreto, que "Si el crecimiento económico en los Estados Unidos continúa ganando tracción y las perspectivas comienzan a verse mejor, pudiera ser momento de pensar en cómo comenzamos a quitar gradualmente el píe del acelerador".
Para que esto suceda, sin embargo, será necesario que primero desaparezca el término "período prolongado", lo que bien pudiera ocurrir como mencioné antes, durante la primera mitad del año, para que las primeras alzas de las tasas de interés en EU se den hacia fines de este año o comienzos del 2012.
Lo cierto es que cuando se presenten, sea éste o el próximo año, se aplicarán en forma paulatina para evitar el riesgo de abortar la recuperación económica. Por consiguiente, no veremos las tasas de los fondos federales en los niveles del 4 al 4.5 por ciento que consideran normales las autoridades estadounidenses, sino hasta fines del 2012 o en el 2013.