Comida ‘chatarra’
Tal parece que los únicos lugares donde se expende y consume comida “chatarra” es en el interior y exterior de las escuelas, tanto públicas como privadas, llámense colegios, jardín de niños, etc.
He leído en periódicos algunas notas que mencionan las medidas que autoridades escolares y padres de familia están tomando para evitar que los niños consuman alimentos que no los nutren y sí los engordan, con las consecuentes enfermedades que ocasiona la obesidad.
Respeto y aplaudo esas medidas, pero ¿qué sucede cuando los niños no están en la escuela?
¿Acaso en las tienditas de la esquina, cines, teatros, supermercados, tortillerías, circos, estadios, parques, paseos públicos, etc., no venden estos alimentos “chatarra”? Claro que sí y no por eso vamos a ir en contra de esos comercios que algunos están legalmente constituidos, otros pagan plaza y de alguna u otra forma generan empleos.
Considero que corresponde a nosotros, los padres de familia, entre muchas de nuestras obligaciones, el cuidar y controlar lo que nuestros hijos consumen, ya que los menores adquieren esos productos con el dinero que se les proporciona en casa y en el caso de adolescentes, éstos ya tienen plena conciencia de lo que les perjudica.
Pero ¿cómo vamos a controlar a nuestros hijos si nosotros como padres no podemos controlarnos?
No me diga que usted, usted y usted y usted también, no come en las mañanas unas gorditas de harina de chicharrón, papas con chorizo, asado y frijoles con un refresco light o unos tacos de carnitas con cuerito y de vez en cuando al mediodía un lonche mixto o una pizza con doble queso y para no variar en las noches hay que ir a los tacos de tripitas, buche, suadero o adobada con su refresco de cola para repetir (eructar).
Empecemos por poner orden en nuestra alimentación primero nosotros, para después inculcar los buenos hábitos a nuestros hijos. Todo tiene un proceso, esto no va a ser de un día para otro, se tiene que ser constante hasta lograr el objetivo.
Ahora, hay que estar conscientes que en muchos hogares no cuentan con los recursos económicos necesarios para llevar una alimentación sana y sale más barato comer “chatarra” que alimentos sanos y nutritivos, pero bueno, esa es otra historia. O usted ¿qué opina?
Torreón, Coahuila.
Ricardo García,