¿Torre de Pisa en Torreón?
Cuando terminé mi educación primaria, me dije: ‘hasta aquí llegué’, pues nací en años de pobreza, Torreón tenía mucho atraso en materia de educación, en ese tiempo no había escuelas secundarias ni preparatorias, las únicas que había estaban saturadas y eran de paga y ya no mencionemos las universidades, pues en estos lugares no existían.
En este renglón pienso yo, que hoy en día, no estudia el que no quiere, pues nuestro gobierno ha puesto mucha atención en la educación, yo creo que hay tres ciencias que han perdurado desde antes de Cristo, la cultura, la medicina y la más firme: la arquitectura.
Yo siempre quise ser arquitecto, pero poco a poco conocía a arquitectos, a contratistas y a proyectistas. Empecé a hacer mis ‘pininos’, es decir asesorándome de ellos empecé a hacer construcciones pequeñas: un cuarto, dos cuartos, una casa, remodelaciones, pero un día, ocurrió una tragedia.
Un líder panadero estaba fincando una construcción de gran envergadura al oriente de la ciudad y estando en plena construcción en un segundo se vino abajo todo, perdiendo la vida el caballero y también su arquitecto. en un instante no quedó nada en pie, sólo quedó desolación y muerte.
Yo estaba fincando una casa y paré la construcción, es decir, me asusté, después de varias noches fui a ver las ruinas, la Policía no me permitía ingresar al lugar del siniestro.
Tanto insistí que me permitieron ingresar a las mismas, mi asombro fue grande y me dije: ‘cómo es posible que un arquitecto haya permitido esto’.
Lo que vi fue poco cemento y mucha arena, varillas delgadas, anillos separados, losas con poca parrilla, a todas luces, ni un ‘maistro’ de segunda lo hubiera hecho, hoy en día he pasado por construcciones y he visto errores de construcción o fallas en las mismas y les he hecho ver que van mal, unos me han atendido y otros ni caso me han hecho.
Yo vivo en el primer cuadro de la ciudad y todos los días paso por la Iglesia del Perpetuo Socorro y lastimosamente veo que la torre del campanario norte está perdiendo su vertical, va hacia el mismo norte, calculo yo que la inclinación lleva entre ochenta centímetros y un metro diez centímetros, la misma ha perdido enjarre y molduras, incluso una campana ya sale hacia afuera.
Si esto sigue así un día no nada más caerá la torre sino que se llevará parte del techo de la iglesia y ya no pensemos en la misma sino en la pérdida de vidas humanas.
Ignoro quién es el responsable del inmueble, si la curia o monumentos de la nación, pero es momento ya de reflexionar, ya que estamos a tiempo de no lamentarnos y poner atención a este problema.
Sin más que agregar, atentamente.
Torreón, Coahuila.
José Figuerola Castillo,