Presunto culpable... yo lo padecí
2005. Año nefasto en mi vida, desencadenado por una siniestra experiencia vivida porque un grupo de personas honestas y de trabajo fuimos implicados dolosamente en un delito no cometido, con el consiguiente calvario de lidiar de una demanda penal, no obstante que las pruebas de inocencia desde el inicio del proceso eran contundentes, se nos informó que dada la “costumbre” en el sistema judicial prevaleciente, los jueces penales por “default” imputan el delito en primera instancia, lo que desgraciadamente sucedió, iniciándose una verdadera pesadilla.
Aunque el juicio lo enfrentamos en libertad ,afortunados por tener la representación de un buen abogado penalista, este “procedimiento” significó injustamente para el grupo de afectados un año completo de penurias, miedos, insomnio, ansiedad, angustia y depresión, al igual que para nuestros familiares, dada la incertidumbre por el altísimo riesgo de que por un mal criterio, decisión equivocada o dolosa que implicara la pérdida de libertad con sus catastróficas consecuencias además de la afectación patrimonial implícita.
Ayer tuve la suerte, horas antes de su prohibición, de ver la película “Presunto culpable “ y me vino a la memoria mi propia pesadilla, coincidente en muchos aspectos -con las proporciones guardadas-, con el drama del protagonista que sí fue privado de su libertad, evocando actitudes perversas de algunos empleados de los juzgados que parecía que disfrutaban con las preocupaciones y el estrés de los involucrados,-especialmente con quienes nunca habíamos pisado un juzgado penal-,las actitudes gélidas e inhumanas de los funcionarios, las pésimas y derruidas instalaciones. Entorno en el que parece que se ingresa a un inframundo.
Cuernavaca, Morelos.
Francisco Benavides Beyer,
***
Falta regular tránsito vehicular y ambulantes
Me parece que uno de los grandes males que acoge a nuestra ciudad, es la falta de autoridad municipal, que es a la que le corresponde por ley, regular el tránsito vehicular, el comercio callejero y la venta de bebidas, porque a la par de quienes están en padrones oficiales y deben cumpliar con los límites impuestos, pago de derechos, especios, horarios, existe paralelamente quienes gobiernan en la venta de derechos vehiculares, venta de placas Onappafas, de espacios para comercio y de bebidas “clandestinas”, sitios que se anuncian públicamente y todos vemos, ¡menos la autoridad municipal!, así se promueve la cultura de la ilegalidad.
Torreón, Coahuila.
Rodolfo Cháirez,
