Igualados
¡Igualados!, exclamación despectiva que en el mejor de los casos se utiliza en México de manera frecuente para describir a personas que no pertenecen al mismo “linaje”, nivel socioeconómico , cultural e intelectual , por tener la “osadía” de dirigirse como “igual” a personas “inalcanzables” de mayor “estatura”. Generalmente se utiliza antecedida de palabras hirientes como indios, pelados, tájuaros, nacos, etcétera.
Tremendo error, producto de nuestros complejos enraizados y por otros factores como la diversidad antropológica y perenne ceguera, que hace imposible que los mexicanos viéndonos hacia arriba o hacia abajo con recelo y resentimientos podamos tener una sociedad integrada que nos dé fuerza, unidad y cohesión, factores determinantes para generar un antídoto infalible que contrarreste eficazmente el manipuleo y vapuleo que nos azotan.
Deberíamos seguir lo positivo de los norteamericanos, país líder en muchos aspectos, donde no existe el “usted”. En México algunos políticos con fines electoreros de ganar simpatizantes, de manera incipiente, intentan establecer el “tuteo”, y el uso del nombre de pila, aunque en el fondo, en muchos de ellos, políticos o no, les glorifica anteponer el título universitario, ante la carencia, según psicólogos versados, de títulos nobiliarios.
Cuernavaca, Morelia.
Francisco Benavides Beyer,
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Honor a quien honor merece
He visto con agrado que los funcionarios públicos han estado adaptándose a los cambios que la sociedad torreonense merece y hasta a veces los exigen con justa razón.
El Departamento de Tránsito y Vialidad de mi bella y hermosa ciudad de Torreón, se ha puesto las pilas y ha tomado el lugar que le corresponde, lugar que por mucho tiempo quedó en el más corrupto olvido.
Incansables operativos, casi diría que son a diario, como eventos deportivos, culturales, de servicio social, etc.
Detrás de estos operativos hay organización y profesionalismo y sobre todo la orientación y capacitación de los elementos con respecto al trato social, el acercamiento a los niños como el programa DARE, y muchos tantos, que ojalá se estuviera informando a la sociedad de éstos.
Ya basta de tener en mente al agente corrupto, al incapacitado de tener un diálogo cortés y amable, de tener presente el “tequiliú”.
He sido testigo del actuar de este Departamento y con agrado felicito al titular del mismo y a su equipo de trabajo.
Torreón, Coahuila.
Gilberto R. Carreón Cruz,
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Nota de la Redacción
En la edición del domingo 27 de marzo apareció un cartón de Eduardo Valenzuela (“Guayo”) en el que señala el “fuego amigo” entre políticos del PAN. El cartón fue interpretado por varias personas como una referencia a cuestiones personales de los involucrados. Ésa no fue la intención del autor ni de este diario, que no trata la vida personal de figuras públicas.
Fe de erratas