¿Dónde quedó el ‘regalo’ para Torreón?
El pasado 15 de septiembre de 2007, el profesor Humberto Moreira Valdés anunció, durante la Ceremonia de Traslado de los Poderes del Gobierno del Estado de Coahuila a esta ciudad con motivo de la celebración de su centenario, la inminente construcción de un Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAE). Un hospital al que calificó como el “regalo para Torreón” y al que claramente distinguió del Hospital General que actualmente se está edificando (El Siglo de Torreón 16/09/07). Dicho regalo, era la cristalización de un Acuerdo de Coordinación que firmaron la Secretaría de Salud del Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de Coahuila para la construcción de este nosocomio, en vista de los más de 30 años de rezago que presenta La Laguna en dotación de infraestructura médica y de los estudios comprendidos dentro del Plan Maestro de Infraestructura Física en Salud; el documento que validó la imperiosa necesidad de incorporar a la ciudad dentro de la Red Nacional de Hospitales de Alta Especialidad y dotarla de esta infraestructura (Diario Oficial de la Federación 16/05/2006).
Ya han pasado varios años desde que Torreón celebró su centenario y desde que el profesor Humberto Moreira anunciara la construcción de este hospital, sin embargo hasta la fecha no solamente no se han donado los terrenos requeridos, sino que incluso se ha sepultado el tema por completo. Los Hospitales Regionales de Alta Especialidad que se han construido a lo largo del país promedian una inversión cercana a los 1,200 millones de pesos, generan alrededor de 1,000 empleos cada uno y brindan de 26 a 32 servicios de alta especialidad. Esta es, una cifra superior al número de especialidades con las que cuenta el Sanatorio Español y el Hospital Los Ángeles. Adicionalmente a este proyecto, el Instituto de Seguridad y Servicios de los Trabajadores al Servicio del Estado tiene contemplada la construcción de un Hospital de Alta Especialidad (HAE-ISSSTE) en esta ciudad en vista de su radio de influencia geográfica, dicho hospital, al igual que los otros que el ISSSTE ha estado construyendo, iguala en lo que respecta al monto de inversión, el número de especialidades y la cifra de empleos generados al hospital que debió haber sido nuestro regalo.
El Hospital General de Torreón fue la promesa de la anterior campaña por la gubernatura, no consintamos el que ahora se convierta en la promesa de este proceso electoral. Lo que debemos exigir, es que se acelere su terminación y en paralelo se realice, con una celeridad y una generosidad política muy similar a la desplegada en Saltillo, la donación de los terrenos para la construcción del HRAE y el HAE del ISSSTE en esta ciudad. La adquisición de los terrenos requeridos para una Ciudad de la Salud o Distrito Médico puede efectuarse sin la necesidad de comprometer las finanzas públicas ni tampoco insultar la inteligencia colectiva de los ciudadanos.
La Laguna ya es víctima del terrible flagelo de la inseguridad y el desempleo; sería realmente trágico el que agraváramos aún más su problemática al no atender a tiempo, y con determinación, la salud de los laguneros. Las decisiones no deben encuadrarse dentro de un esquema de suma cero, todas las regiones del estado tienen necesidades que deben ser atendidas y potencialidades que deben desarrollarse. Fortalecer una región en detrimento de otra, a la larga puede terminar por comprometer la viabilidad y el futuro de Coahuila en su conjunto. No es necesario esperar hasta que colapse económica y socialmente la Comarca para emprender las acciones que debieron haberse iniciado hace varias administraciones. El rescate económico de La Laguna y la dotación de la infraestructura médica de tercer nivel que requiere no solamente pueden sentar las bases para el surgimiento de un cluster médico, también puede convertirse en una causa que hermane y cohesione a todos los coahuilenses. Quizá ese sea el mejor regalo: la conformación de un proyecto y de una identidad compartida.
Julián Mejía Berdeja.
