Un grito de esperanza
En el ambiente se percibe el olor a pólvora, la sangre tiñe el paisaje de tristeza y dolor, nuestra alma es prisionera del miedo, estamos inmersos en una espiral de violencia sin fin ni principio, nuestras calles tomadas por el hampa, ellos dictando las reglas y formas de vivir en muchas comunidades del país, la pobreza galopante a toda velocidad nutriendo las filas del crimen organizado, lúgubres valores en la sociedad fomentando la cultura del éxito rápido; sin importar formas de actuar y consecuencias.
Gritos de injusticia y sufrimiento resuenan a lo largo y ancho del país, gobierno insensible e ineficaz, nulo respeto a lo más preciado por el ser humano; la vida. Fosas clandestinas escondiendo ecos de impunidad atroz, voces silenciadas antes de tiempo, en el horizonte sólo se vislumbras nubarrones rojos.
Sociedad y gobierno en el limbo de las culpas mutuas, nadie asume su responsabilidad en el caos del país; el gobierno incapaz en dar seguridad a sus ciudadanos. Sociedad decadente, apoyando y fomentando la narcocultura; por doquier se escuchan narcocorridos, admiración y respeto por los capos que tienen en vilo al país.
¿En qué momento la inercia del país se fue por la sangre y las armas? ¿Quién puso en el eje principal de la política el tema del narcotráfico? ¿Cuándo será nuestra prioridad el combate frontal a la pobreza y mejorar la calidad en la educación? ¿Cuándo los mexicanos dejaremos de hacernos daño a nosotros mismos (el enemigo está en casa, nosotros mismos nos flagelamos, por ser una sociedad decadente, faltos de moral y principios)? ¿Por qué nos hemos convertido en caníbales?
A pesar de la cruda realidad, tengo fe en que las cosas mejorarán, creo en la solidaridad y en el corazón noble del pueblo mexicano, tengo la esperanza de forjar un mejor país para las futuras generaciones. Lancémonos hacia un horizonte de paz y prosperidad, quien no contribuya con este fin supremo y no tenga la fe y el carácter de soñar un mejor futuro, mejor esconda su cobarde espíritu en la tierra de la desilusión, donde no es digno de vivir ningún ser humano.
Rubén Arturo Torres.
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Aún no limpian basura por poda de árboles
En las plazas de la colonia Villas Universidad, al Oriente de la ciudad de Torreón, las autoridades municipales no han limpiado la basura que dejó la poda de árboles luego de las heladas que azotaron a la región.
Esta basura ya tiene algunas semanas en las banquetas de las plazas y obstruyen el libre tránsito tanto de peatones como de los conductores, además que dan un mal aspecto a la colonia. Esperamos que pronto manden a personal para limpiar todas las plazas, porque los de PASA no lo hacen.
Torreón, Coahuila.
Isabel Rodríguez,