Piden retorno de camiones de los ejidos a la Alianza
Los locatarios del mercado Alianza, pedimos por este medio a las autoridades el retorno de los camiones que venían de los ejidos a nuestro sector, ya que las bajas ventas están llevándonos a la quiebra.
Los pobladores de ejidos como Sapioriz, La Loma, y muchos más de nuestra región lagunera, estaban acostumbrados a venir a comprar a la Alianza y llegar lo más cerca en sus terminales alrededor de nuestro mercado para no tener que caminar mucho con la carga de sus compras.
Hoy los camiones llegan varias cuadras alrededor, y eso ha ahuyentado a nuestros clientes, ya que en épocas de calor como ahora, o cuando hace mucho frío, la gente se cansa al tener que caminar con la carga.
De la misma manera pedimos que regresen los camiones de los llamados rojos y verdes que venían de Gómez Palacio y Lerdo, Durango, hacia nuestros locales, estamos seguros que la gente lo necesita al igual que nosotros en nuestro mercado.
Torreón, Coahuila.
Locatarios del Mercado Alianza,
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El dolor no duele
Todo ser humano está formado por tres entidades: Materia, Alma y Espíritu. Ante un dolor cada entidad lo manifiesta en forma diferente: la Materia lo hace con llanto y quejido si duele alguna parte de cuerpo. O, “gruñidero de tripas” si hay hambre. El Alma lo manifiesta con duelo y luto cuando pierde a un ser querido; estrés, preocupación y vergüenza cuando pierde un empleo o se reprueba un examen, el Espíritu lo manifiesta con aislamiento y tristeza cuando sufre de humillación, violación, decepción, cuando falta amor o hay una madre ausente el 10 de mayo
Hoy parece que el dolor ya no duele, si hay hambre, la miseria nos da fuerza para soportarla. Si hay difunto, “el muerto al pozo y el vivo al gozo”, tampoco duele reprobar un examen o perder un empleo, sufrir por falta de amor o por una violación, la vagancia, música y amigos consuelan.
El único dolor que sí duele demasiado y es inconsolable es cuando pierde el equipo Santos. Irónico que duela más que el recuerdo de una madre ausente o preocupe más que las condiciones familiares.
Mi interrogante: ¿Cuando pierde el equipo Santos quién sufre más: Materia, Alma o Espíritu? Al no encontrar respuesta se me ocurre pensar que son puras payasadas en una carita pintada de guerrero.
“El espíritu cuando sufre, no comparte dolor”.
Torrreón, Coahuila.
Eduardo González Caldera,