Más inmorales gracias a Hollywood
Que las costumbres más tradicionales han cambiado en las últimas décadas nadie lo discute. Pero que Hollywood haya tenido gran parte de culpa puede parecer no tan evidente. En el libro de Ben Shapiro, 39 responsables de esta industria reconocen que la TV norteamericana no sólo es de izquierdas sino que sirve a esta ideología con sus mensajes.
El amor libre, la apología de la violencia, la denigración del matrimonio, las propuestas adúlteras, la aceptación del aborto o la homosexualidad y en general un modo de entender la vida sin moral y sin Dios, han sido recurrentemente explotados como tramas y exportados por Estados Unidos a los 5 continentes.
El mismo Doug Herzog, presidente de MTV, afirma que desde su trabajo tiene “superpoderes” para influir en la juventud. Otros como Marta Kauffman, (Friends), introdujo una boda de lesbianas para “fastidiar” a la derecha.
Por su parte Susan Harris (Enredo y Las chicas de oro), afirma que Hollywood colocó a Obama en la Presidencia. Leonard Goldberg, (Los ángeles de Charlie y Starsky y Hutch), dice que la izquierda “es cien por ciento dominante en Hollywood”.
También Fred Pierce, expresidente de la ABC, explica que quien sea conservador “no asciende, se queda en el subsuelo”. Nicholas Meher, productor de “El día después”, sobre un holocausto nuclear, reconoce que hizo esa película para impedir la reelección de Reagan. ¿Quién dijo que Hollywood era sólo entretenimiento?
Barcelona España.
María Ferraz,
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‘A mejorar actitud y trato’
He visto que desde hace unas semanas, los agentes de Tránsito y Vialidad de la ciudad de Torreón estrenan motocicletas, situación que veo muy positiva, ya que tanto ellos como los policías, deben contar con el mejor equipo posible para salvaguardar nuestra seguridad.
Sin embargo, también creo que la actitud, profesionalismo y atención al ciudadano, dista mucho de la vanguardia de sus motocicletas, cuatrimotos o trimotos recién adquiridas.
Su forma de trabajo es la misma: buscan a algún conductor que cometa o no infracción, para intentar obtener algo más que un “gracias”.
Hace unos días, uno de ellos me detuvo para señalarme que iba a exceso de velocidad: en una vialidad donde se debe circular a 60 kilómetros por hora, yo iba a 65, y aunque sé que iba arriba del límite, creo que la acción del agente fue muy rigorista, ya que por el lugar, la mayoría de las personas circulan a más de 80km/h.
Yo nunca traté de evitar la infracción, a pesar de todo él tenía razón, pero su forma de dirigirse a mí y sus intimidaciones, dejan mucho que desear y no sólo de ese elemento, sino de la mayoría de ellos, espero que antes de comparles motos nuevas, les den clases de cómo dirigirse a un ciudadano que no opone resistencia a la multa.
Barcelona España.
César Cháirez,
Torreón, Coahuila.