Autismo social
La tecnología ha tenido un auge impresionante en los últimos años, el día de hoy es casi imprescindible poseer algún dispositivo que cuente con Internet, ahora casi en cualquier lugar puedes tener una conexión vía wifi a Internet. La pregunta aquí es a dónde nos está llevando todo este adelanto tecnológico. Yéndonos a la invención del teléfono éste se hizo con la intención única de acortar distancias, término al cual estoy enteramente de acuerdo.
Las distancias hoy no existen; puedes ir caminando en la calle y estar platicando con un amigo cada suceso que tienes enfrente y más allá puedes comunicar en un medio aún más masivo a la red en general qué es lo que sucede.
Las relaciones interpersonales se desgastan sin freno alguno, porque nos limitamos cada vez más a conversar mediante el chat que el celular nos proporciona; pueden pasar por un café de los tantos que tenemos en la Comarca Lagunera, y sí, aun vemos personas reunidas, riendo, conversando y compartiendo, pero al menos cada 3 minutos alguna de estas personas voltea hacia su celular y escribe algo.
¿En qué manera nos afecta esto? La capacidad de atención hacia la otra persona se ve disminuida considerablemente, nos estamos sumergiendo en un autismo social, donde estás, pero al mismo tiempo no estás, mantienes más de una conversación a la vez, pero en realidad no estás escuchando y en realidad no estás hablando.
Tenemos que volver a valorar lo que es tener a una persona de frente, verla a los ojos y escucharla, no perdamos la empatía señores.
Tú no puedes leer que yo estoy triste por alguna pena y sentirte mal por mí y contestarme que todo va a estar bien y hacerme sentir mejor, las verdaderas relaciones entre personas son aquéllas en que la empatía gobierna los sentidos y las emociones de ambos. Nunca será igual el caso expuesto anteriormente a una lágrima recíproca, un abrazo y un “estoy contigo”, “no te preocupes todo va a estar bien”.
Quizá estas palabras son lo que necesitamos escuchar hoy, con tanta pena que cargamos por la situación crítica de nuestro país.
Torreón, Coahuila.
Pablo Alejandro Hidalgo Pérez,
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Al ‘Chicharito’
Por no tener el don de la ubicuidad y por que la cámara de televisión no captó la escena en “close-up”, sólo puedo externar mi apreciación -esperando estar equivocado,- que durante el desarrollo del partido entre la Selección Mexicana y Guatemala, percibí una escena en la que el director técnico tomó del brazo fraternalmente a Javier “El Chicharito” Hernández para darle instrucciones, quien reaccionó al instante mirando fijamente hacia la zona de su brazo sujetada por la mano de su entrenador en actitud aparente de “mírame y no me toques”.
Qué bien para el joven delantero y para México que se trate de un excelente representativo del deporte nacional, extraordinario jugador con una carrera vertiginosa en pleno apogeo, con una proyección internacional envidiable, integrante de uno de los mejores equipos del mundo, pero “Chicharito”, -mote inspirador de sencillez y humildad,- si la percepción fue correcta, por tu propio bien ,no caigas ni te embriagues en la vorágine de la fama.
Recomendación infalible que evita perder el piso y conservar la simpatía y el cariño del gran público, factores imprescindibles en las carreras de los verdaderamente grandes, y si no ocurrió así , por tu propia conveniencia y tu futuro, te sugiero no desechar esta recomendación.
Cuernavaca, Morelos.
Francisco Benavides Beyer,
