El arsénico y los laguneros
Amigas y amigos periodistas: desde hace muchos años se viene hablando de una contaminación, por arsénico y otras sales, del agua que consumimos los laguneros. Fue en la región de Tlahualilo donde se presentaron las primeras víctimas que acusaban severos daños principalmente en pies, manos y otras partes del cuerpo, males que, determinaron las autoridades de salud, eran generados por la alta presencia de arsénico en el agua que consumían. El hecho causó una gran alarma en la Región Lagunera y hasta a nivel nacional al punto de que se tuvo que construir un acueducto desde las áreas no afectadas por sales para llevar agua potable hasta aquellas comunidades a efecto de liberarlos de tal calamidad. Desconozco si aún sigue trabajando dicho acueducto.
Posteriormente, el arsénico se ha venido haciendo presente prácticamente en toda la Región Lagunera de tal forma que en este momento no se puede hablar que haya alguna zona de la región en que no se haya detectado su presencia perniciosa. Es de suponerse que si se analizara la totalidad de los pozos (no se ha realizado) que actualmente están extrayendo agua del acuífero, un altísimo porcentaje arrojaría niveles de arsénico por arriba de la norma nacional, es decir que la salud de una buena parte de la sociedad lagunera se encuentra en riesgo de contraer alguna enfermedad derivada del consumo de esta agua contaminada.
¿Qué es lo que le ha sucedido a nuestra región acosada ahora por el arsénico? Desde hace años expertos en el tema de la conservación del agua, locales, nacionales y extranjeros han venido señalando (casi cada año) que nuestro acuífero está siendo sobreexplotado (se le está extrayendo casi el doble del agua que recibe por las corrientes subterráneas naturales y de la que llega a recibir por los escurrimientos del Río Nazas y del Aguanaval). Dichos expertos señalan inequívocamente que aparte de que nos estamos quedando sin agua, ésta se está contaminando con sales dañinas a la salud ya que las profundidades a las que ahora se está bombeando están tocando yacimientos de dichas sales que antes no eran tocadas. Eso dicen los expertos.
¿Y por qué se está sobreexplotando nuestro acuífero? Es muy simple: la autoridad encargada, por ley de regular la extracción (Conagua) inexplicablemente ha estado ausente todos estos años y sencillamente no aplica lo que se le ha encomendado en la Ley de Aguas Nacionales y su reglamentación. Conagua tiene todas las facultades legales para impedir la criminal sobreexplotación, pero sencillamente no lo hace y lo que sí hace es traer de cabeza a todo el mundo tratando de encontrar solución al problema a base de carísimos filtros que siempre serán insuficientes o de proyectos que se antojan descabellados y caros, y todo porque se evade por todos los medios a atacar la raíz del problema: meter en cintura a los sobreexplotadores mil veces denunciados del sector lechero.
En la región se han organizado varios grupos de la sociedad civil con el noble y único propósito de defender el acuífero. Pero extraña y evidentemente también dichos grupos se han topado con pared porque, hasta donde sabemos, el acuífero sigue perdiendo anualmente entre 3.5 a 4.0 metros de nivel freático (datos de la Conagua). A como vamos dentro de poco se van a requerir cientos de filtros porque la sobreexplotación continúa a paso acelerado.
Torreón, Coahuila.
Héctor Astorga,
