Economía kafkiana
En septiembre pasado, con objeto de alejar la crisis de la economía de los Estados Unidos, el presidente Barack Obama propuso a su Congreso algo muy comprensible y sencillo de entender: aumentar los impuestos a los ricos y millonarios para que estos recursos al fluir en la economía doméstica, los trabajadores incrementen sus ingresos y a su vez se generen nuevos puestos de trabajo.
Y por consecuencia detonar la economía del país -incentivando el consumo- incrementando el poder de compra de sus habitantes, catapultando un círculo virtuoso encaminado a elevar el nivel de vida de la población y por lo tanto beneficiar al país como tal.
Por el contrario, en México como lo hemos visto padeciendo por décadas, existe un proteccionismo fiscal de parte de las autoridades hacia los grandes corporativos y poderosos mediante leyes y reglamentos en la materia, instituidos de manera incongruente a su favor.
Quienes se ven beneficiados con exenciones y disminuciones de impuestos de carácter “legal”, enriqueciéndose vertiginosamente a costa del sacrificio de la nación, frenando el desarrollo económico de las grandes masas, la evolución del país y de sus instituciones, recursos que derramados en la microeconomía, -bolsillo de los mexicanos comunes- se constituirían en un impulsor del desarrollo, no sólo de unos cuantos potentados que en ocasiones -como históricamente se ha visto- como retribución por la protección recibida, en este y otros aspectos llegan a detonar las finanzas... pero de camadas de ricos nuevos.
Cuernavaca, Morelos.
Francisco Benavides Beyer,
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Piden pavimento en San Ignacio
Habitantes del sector norte de San Ignacio, en Gómez Palacio, Durango, pedimos la atención de nuestras autoridades para nuestra colonia, ya que las carreteras están en pésimas condiciones.
Padecemos inseguridad, grafiti, baches, poco alumbrado público y calles en el abandono, por lo que pedimos sea nuestra colonia beneficiada con algún proyecto municipal, para que los arreglos se vean reflejados en bienestar social para nuestras familias.
Gómez Palacio, Durango.
Ricardo Sánchez,
