‘Estamos fregados todos ustedes’
Es un dicho popular de crítica y autocrítica, para manifestar agravio, inconformidad, desventaja de una situación injusta o desafortunada.
Estamos inmersos en una inseguridad sin precedentes, ninguna autoridad, federal, estatal o municipal se hace responsable de crímenes asaltos, robo de autos, secuestros, etc..., se echan la pelota unos a otros, dejando a la sociedad en completa indefensión a merced de criminales organizados y de los subproductos que son los raterillos y grupos de barrio que asaltan a transeúntes y pequeños comercios, pero que ambos atemorizan a ricos y pobres.
A los políticos sólo les interesa escalar posiciones y gozar de sus muchos privilegios económicos, dejando en tercer término las actividades parlamentarias para las cuales los elegimos, contrariamente se desentienden de aprobar las reformas que urgen al país.
Ni siquiera se atreven a oponerse por ejemplo en el caso de Pemex, donde se autorizaron contratos incentivados a compañías españolas y británicas, prohibidos por la Constitución en donde Pemex aportará el 76 por ciento del costo total de la operación y además otorgarles cinco dólares por barril extraído, siendo que a Pemex le cuesta ocho dólares su extracción, se llevan la parte del león.
El Gobierno privilegia la ley mordaza, convoca a todos los medios de comunicación a que no le den difusión a las malas noticias, que se hable bien de México, sin embargo cada día hay más periodistas y activistas sociales muertos.
¿Cómo estaremos de fregados, si el diputado priista, Arturo Zamora, se atreve a promover una iniciativa de ley que impone multas de cien y doscientos días de salario y cárcel de uno a seis años a quien injurie o difame (es decir hablar mal) a autoridades electorales, (como si fueran muy derechas), partidos políticos, candidatos o precandidatos?
Ya no podremos ni siquiera desahogar nuestra impotencia e inconformidad y decirles sus verdades.
¿Será nuestra generación calificada por nuestros hijos, nietos y descendientes, como indolente, pasalona, agachona o de plano cínica, que no nos atrevemos a cambiar tras 70 y 11 años malgobernados?
¿Que ya no existen funcionarios, empresarios, profesores, comunicadores y líderes de opinión, patriotas, nacionalistas honrados?
Y como dijo un apreciado paisano “a poco nos vamos a quedar así? Como dije en un principio ustedes tienen la palabra.
Ciudad Lerdo, Durango.
Feliciano Hernández Galarza,