¿Playas reservadas?
Definitivamente nuestro país ha sido bendecido de manera especial, pocos lugares en el mundo ostentan tanta belleza y magnificencia en sus costas.
Aguas cristalinas color turquesa, arenas blancas y suaves, un cielo con transparencia que impresiona, abundantes riquezas marinas y un sol brillante todo el año conforman un más que atractivo destino para que visitantes de diferentes latitudes vengan a darse vuelo, sobre todo ahora que nuestra moneda se depreció frente al dolar ¡México está en oferta!
Lamentablemente estas partes de nuestro país pareciera que estuvieran reservadas para extranjeros: albercas en donde sólo se habla en inglés, bares atestados de cabelleras rubias, restorantes ocupados por caucásicos enrojecidos por la jornada intensiva de baños de sol… ¿y de los precios? pues obviamente en billete verde ¡faltaba más!... del menguado peso ni se acuerdan ni se ocupan los comerciantes y prestadores de servicios.
Una muestra clara del fracaso de las políticas económicas y educativas de nuestros gobiernos es sin duda este hecho, sea la Riviera Maya o la península de Baja California el panorama es el mismo, tan es así, que cuando los empleados de los hoteles encuentran paisanos entre los huéspedes se alegran notablemente y comentan ingenuamente ¿qué andan haciendo por acá?
Por cierto, además de todas las bondades ya descritas, el servicio que prestan nuestros connacionales que laboran con eficacia en los hoteles es en extremo amable, así como notable su vocación de servicio y la manera tan inteligente en que tratan al visitante para que vuelva o recomiende venir.
Es una vergüenza que lo mejor de nuestro México esté sólo al alcance de una minoría, en cambio, a merced de la gran mayoría de los pobladores de los otros dos países con los que conformamos el bloque comercial mejor conocido como “Tratado de Libre Comercio con Norteamérica” o “NAFTA” por sus siglas en inglés.
Jaime Díaz de León.
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Falta limpieza en la ciudad
El Centro de Torreón parece estar en el olvido. Ni las autoridades, ni la gente, ni los comerciantes se acuerdan que es uno de los lugares más visitado y que debiera estar impecable, sin basura, pero es todo lo contrario: en el día, en la tarde y noche, se puede observar montones de desperdicios que deja la gente en la Plaza de Armas, en las calles y en alcantarillas.
Es urgente que todos pongamos de nuestra parte para rescatar este importante lugar, sobre todo porque ahora que se avecina Navidad y Año nuevo, llegan cientos de visitantes.
Ojalá la gente aprenda a tirar la basura en su lugar y que los comerciantes mantengan limpio su lugar de trabajo y que las autoridades no tarden en limpiar lo que les corresponde.
Torreón, Coahuila.
Javier García,