Nuestras pobres finanzas
Para saber como andan nuestras finanzas, es imperativo saber cuanto tenemos, cuanto debemos y cuanto nos deben. Cuales nuestros egresos y nuestros ingresos. El Debe, el Haber y el Saldo dan el resultado que buscamos y nos indica el como actuar para no empeorar nuestra economía. En lo macroeconómico hay variantes para preveer catástrofes. Estas permitan a la directriz de empresas o gobierno, nivelar ingresos y egresos y evitar lo que nos sucede en México, sobre todo con el gobierno federal. Los factores que no se toman en cuenta, siendo los más importantes: Las capacidades de los políticos y funcionarios públicos y la honestidad de los mismos. Ahí es donde esta el quid del desastre y, por no ponderar esos factores, las cosas andan de mal en peor.
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México y ex secretario de Hacienda, se fundamenta para actuar en consecuencia a la economía, en cuatro puntos o variantes. 1.- Ocuparse de la evolución de la inflación. 2.- La balanza de pagos. 3.- Las finanzas públicas y 4.- El sistema financiero. Estos 4 puntos, por sí mismos, son difíciles de entender y más aún de controlar porque quien provoca la inflación es el propio gobierno por su actuar indolente e ignorante, amén de deshonesto. ¿Es el gobernador del Banco de México quien debe ocuparse de vigilar la evolución de la inflación? En teoría es el responsable, pero hasta que ya todo es una catástrofe y el pueblo revienta su economía, el Banco de México y Hacienda, “sabios en sus discursos nimios” dicen que fue lo que causó la debacle, cuando su papel es, no decir ni publicar, sino, evitar el desastre.
El sistema financiero mexicano está en manos de extranjeros. Gana mucho por las tasas altas de interés que cobran y las bajas que pagan a ahorradores. La balanza de pagos es un cuento y utopía como la plantea Hacienda y Banco de México. Las finanzas públicas están desbocadas. Gasta el gobierno más de lo que ingresa. Calderón, al entrar a la presidencia prometió empleos y finanzas claras. No hay empleos y nunca las finanzas fueron tan opacas y nebulosas. El gobierno –el federal- debe más de 5 billones de pesos externa e internamente y paga intereses tan variables que van del 2.5% al 6% anual. El promedio serían 4.25% pero, suponiendo que nos cuesta el 3.5% de interés al año, los intereses anuales serían $ 175, 000 millones de pesos. O sean, más de Catorce mil quinientos millones de pesos al mes. Al día el gobierno federal tiene que pagar de intereses $ 480 millones de pesos y cada hora, la friolera de $ 20 millones. De ese tamaño es la deuda en la que Calderón nos metió y, a pesar de ello Guillermo Anaya y cómplices panistas, no dejan de meternos en la cabeza que Humberto Moreira nos endeudó con 33 mil millones de pesos, Cantidad pagable a 20 años, cosa que la deuda del gobierno federal jamás será cubierta porque no hay con qué. Por ello, Calderón hoy como Peña Nieto Mañana, venderán, como lo están haciendo –violando flagrantemente nuestra Constitución- a PEMEX. O, ¿Usted que opina, apreciable lector?
Augusto Hugo Peña
Ciudadano de Torreón