Tip astronómico: belleza engañosa
El planeta Venus ya está a la vista. Empezó a levantarse en el poniente (por donde debe ser) por la tarde-noche y es notable por su tamaño y brillantez. Hay que recordar que esa luminaria vista desde acá desde la Tierra es una verdadera belleza y a través de los tiempos ha sido motivo de inspiración de poetas y pintores (la diosa del amor y la belleza, decían los griegos) en realidad es un verdadero infierno (500 grados centígrados en su superficie).
Hace años los rusos lograron colocar un artefacto en la superficie de Venus misma que empezó a transmitir señales hacia la Tierra, pero dicha transmisión sólo duró unos cuantos minutos. Posteriormente los rusos declararon que el aparato se había derretido prácticamente tan pronto llegó a la superficie.
Desde entonces ni los Estados Unidos han intentado posar otro artefacto pues ya saben lo que sucederá. Este planeta está absolutamente cubierto por densas nubes de vapores de ácido sulfúrico que impiden ver el planeta en sí. Allá las lluvias son de ácido sulfúrico. Aún así, Estados Unidos logró mapear a detalle toda su superficie mediante sistemas de radar instalados en una sonda llamada Mars Global Surveyor que circunvoló el planeta durante varios años. Así pues y durante casi cuatro meses tendremos nuestro cielo adornado con los dos cuerpos celestes más brillantes del firmamento: si ustedes transitan de poniente a oriente tendrán enfrente, sólo por estos días, al planeta Júpiter y si transitan de oriente a poniente, tendrán enfrente al planeta Venus que está levantando apenas y que por allá en enero-febrero los vamos a poder observar más o menos cerca uno del otro. En unos días más les paso otro “tip” por demás interesante.
Torreón, Coahuila.
Héctor Astorga.
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Los agentes de Vialidad
¿Alguien conoce un proyecto de trabajo para los agentes viales, ajustado a las necesidades de nuestra gran ciudad? Ya se está volviendo rutinario verlos circular sin rumbo, por avenidas y en horarios regulares; ocultos o apostados estratégicamente para sorprender a conductores infractores despistados o a la caza de incautos traileros que se atreven a traspasar los límites citadinos y ausentes en los eventos, lugares y horarios más necesitados.
¿Cuáles pudieran ser las instrucciones específicas que reciben los agentes viales, al iniciar su jornada y cuáles serán sus objetivos para considerar una misión cumplida? ¿Con qué fundamentos, pudieran considerase servidores públicos? ¿Cuánto le cuestan a la ciudad y cuál es su verdadero beneficio? Y así surgen innumerables preguntas que naturalmente se quedan sin respuesta. El Departamento de Tránsito, es cierto, no cumple con todas nuestras expectativas. Sus objetivos no trascienden hacia la opinión pública porque la sociedad civil no conoce sus alcances ni en base a qué se califican sus resultados ni la naturaleza de sus evaluaciones; si es que los tienen, si los califican y si los evalúan.
Cada vez hay más accidentes automovilísticos con resultados funestos, un inmenso porcentaje de conductores no tiene licencia de manejo, falta señalización vial por cualquier rumbo de la ciudad o existe señalización equivocada, pocas personas respetan los lugares para discapacitados, hay quién fácilmente se pasa un alto y un semáforo en rojo, nadie prohíbe la circulación de taxistas que carecen de una póliza de seguro obligatorio para proteger a los usuarios, las placas oficiales de circulación ya no son obligatorias para quien porte placas y/o engomados “onappafos”, seguiremos padeciendo la prepotencia de los cafres de autobuses urbanos y así, la anarquía y la impunidad seguirá siendo el fruto del trabajo de nuestros personajes motorizados.
Torreón, Coahuila.
Ulises Contreras,
