Presidencia de módulos de riego: ‘minita de oro’
En este tiempo que vivimos que no hubo entrada de agua a las presas de la región y tenemos una de las peores sequías del último siglo que por el momento la gente del campo somos los que más la estamos sintiendo, pero que más delante la sentirá la gran mayoría de la gente por la escalada de precios que se viene, da tristeza y coraje ver cómo la CNA Laguna permite y solapa los malos manejos de los módulos de riego.
Estamos a dos meses que se lleve el cambio de directiva en el módulo 5 (Britingham) y ya vemos que los candidatos andan como póliticos en campaña.
Están prometiendo a los delegados de cada ejido varias hectáreas de agua ya que son ellos los que van a elegir al nuevo presidente y a la gente que los está apadrinando con dinero, se les ofrece también bastante agua por las borracheras que están organizando en cada ejido sin contar con las 100 o 200 hectáreas que van a dejar para ellos.
Da coraje ver cómo en este módulo que es uno de los que mayor problema tiene con el agua (especialmente el área de Bermejillo) se siga dando este tipo de situaciones, ya que el presidente del módulo maneja el agua a su completo antojo, lo cual sólo es posible sólo con el consentimiento de CNA Laguna y con la pasividad de los ejidatarios que a pesar de perder cosechas no levantan la voz para detener esto.
Hacemos un exhorto a la gente de Conagua a que se involucren un poco más en los manejos de los módulos, pero para eficientarlos y que no sigan solapando la corrupción que existe, porque no puede ser posible que quien entra a dirigir siembre 50 hectáreas y ya siendo presidente dé el brinco a 200 o 300 hectáreas en un abrir y cerrar de ojos (o de compuertas).
Exigimos una auditoría a los candidatos a la presidencia del módulo 5: Catarino Domínguez del ejido Santa Clara y a Alfonso Enríquez del ejido 6 de 0ctubre y hacemos un llamado a los ejidatarios y delegados de este módulo a que no se dejen manejar ya por gente como ésta que a la vez son sólo títeres de líderes sociales.
Basta ya de que manejen el agua a su antojo así como la maquinaria que sólo la usan para bien de ellos que también les deja varios miles de pesos por no decir que cientos de miles.
Y que sin embargo, cuando se llega a descomponer, la arrumban como fierro viejo porque no tienen dinero para reparaciones.
Ojo, señores porque de la presa salen alrededor de 15,000 o 14,000 metros cúbicos por hectárea, de los cuales sólo se nos otorgan 8,000 u 8,400 y todo lo demás queda para la corrupción que hay.
Las presas tienene poca agua y hoy más que nunca hay que cuidarla porque un año que no se siembre por falta de la misma significaría el fin de los campesinos y a este paso no estamos lejos de eso.
Por favor señores de Conagua hagan algo ya.
Bermejillo, Durango.
Javier Robles González,