Amor tardío... experiencia financiera
Recientemente tuve una experiencia que llamó mi atención con una institución financiera de “primer nivel”, que me han llevado a la incomprensión de sus políticas en cuanto a lo que al arraigo o conservación de sus clientes significa para ellos o sus normas en el trato que le dan a clientes de países subdesarrollados como el nuestro.
Fue en un banco con denominación asiática -aunque en México les gusta más ser referidos como ingleses, supongo que por el “glamour” de presencia mundial cuando cancelé mi tarjeta de crédito por diversos motivos entre ellos la frialdad e impersonalidad con cero contacto humano, derivado quizá por su herencia masiva en su trato por parte de sus empleados y ejecutivos.
Después de casi diez años de tenerla, instrumento que conservé por principio de lealtad, inercia y para no perder la antigüedad en mi historial crediticio, decisión que tomé al percatarme que esa lealtad nunca fue recíproca en ningún aspecto, obviamente este simple mortal nunca esperó la atención brindada a un corporativo o a un magnate ni mucho menos, pero sí, al menos, un trato humano y digno.
Cuando llamé al teléfono asignado para concretar la cancelación fui sorprendido ya que en la llamada, mi interlocutora develó el amor muy secreto que me tenían ofreciéndome con tal de que permaneciera en la institución: la renovación anual de mi tarjeta sin costo, un seguro de vida y de viaje gratuitos y muchas ventajas más.
La cuestioné que por qué a los clientes actuales no los consentían y que por qué surgía el buen trato e incentivos hasta cuando los perdían, habiendo recibido como respuesta un silencio sepulcral.
¿Aplicará el mismo banco el mismo trato y rasero para americanos, ingleses, franceses, canadienses, suizos etc., o es trato a la medida para la raza de bronce?, de cualquier forma es un amor tardío.
Cuernavaca, Morelos.
Francisco Benavides Beyer,
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Piden pago de tenencias y placas en parcialidades
Ahora que ya será obligarorio portar placas para circular en Torreón, sé que se puede pagar en parcialidades, sin embargo, quienes no contamos con tarjetas de crédito nos encontramos en desventaja.
¿Cuántas placas y pagos de tenencia habremos hecho ya si el gobierno estatal comprendiera esta situación?, ya que si sumamos todas los pagos mensuales que hemos hecho al comprar los permisos para circular sin placas, ya hubiéramos salido de este compromiso, el cual reconocemos que es nuestra obligación como ciudadanos.
Ahora esperamos conocer las estrategias de nuestras autoridades de Durango y Coahuila, para quienes no podemos hacer el pago con tarjeta de crédito, ni podemos pagar en una sola exhibición, porque de otra manera no sé cómo podré cumplir.
Torreón, Coahuila.
Mariana Sánchez,