Educación. La cobertura en educación primaria se ha extendido a casi todos los niños, ahora casi siete de cada 10 jóvenes tienen acceso a educación media superior.
En México, persisten disparidades en la garantía de derechos de los niños derivadas de la situación económica, del lugar de origen, del género o la condición económica, aunque se han tenido avances sustantivos en la materia, concluye el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En su Informe Anual 2010, el organismo internacional destaca la importancia de trabajar a fin de alcanzar mayores grados de equidad para la infancia y la adolescencia, lo cual constituye una prioridad de alta relevancia que continuará fortaleciendo su cooperación con México.
Información del gobierno federal, coincide con UNICEF en el sentido de que ha mejorado la calidad de vida, lo cual, dice la autoridad, se refleja en que la tasa de mortalidad infantil se redujo a la mitad respecto a niveles de 1992.
La desnutrición bajó a menos de la mitad desde 1988, y los niños que nacieron a partir de 2006 tienen cobertura de servicios médicos a través del Seguro para una Nueva Generación.
La cobertura en educación primaria se ha extendido a casi todos los niños, ahora casi siete de cada 10 jóvenes tienen acceso a educación media superior, cuando al inicio de la década ni siquiera cinco podían hacerlo, y se ha aumentado la cobertura de educación superior de forma notable, según la administración federal.
Datos de UNICEF resaltan su contribución en esos ámbitos, pues a través de ese organismo se invirtieron en 2010 cerca de 21 millones de pesos para el acceso de niños, niñas y adolescentes a una educación de calidad con equidad, especialmente de los más vulnerables o excluidos.
Para protección de los derechos de la niñez, se asignaron para programas más de 17 millones y medio de pesos y para políticas públicas 20 millones 800 mil pesos, entre otros.
Para la atención a la violencia contra la niñez en comunidades indígenas, la Oficina para la Defensa de los Derechos de la Infancia (ODI) y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, probaron un protocolo interinstitucional en dos municipios oaxaqueños de alta marginación.
Con esta misma metodología, el Sistema de Atención y Protección Integral a la Infancia (SAPII) arrancó en el DF, en el Hospital Pediátrico de Iztapalapa, conjuntando en un mismo lugar la atención psicosocial y el seguimiento judicial a los casos detectados, con lo que se logra que los procesos sean más ágiles y sensibles para con la infancia.
Destaca que casi 500 municipios en Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Veracruz, donde menos de 60 por ciento de los niños son registrados en su primer año es un indicador de exclusión, de acuerdo a un estudio preliminar hecho en colaboración con la UNAM.
Esta información, expone, permite enfocar esfuerzos para abatir el rezago, que es indicador de exclusión.
EL SIGLO DE TORREÓN
