¿Fue o no fue un regidor?
Radiografía Política / Reacción Inadecuada Se hizo bolas el engrudo y al final no quedó claro quién tenía bajo su resguardo el automóvil del Municipio que fue robado, presuntamente, en el puerto de Mazatlán.
Por un lado, el regidor José Antonio Posada Sánchez se deslindó luego de que fuera el principal "sospechoso". Según su explicación, él tiene un vehículo propio, por lo que no hay necesidad de tomar otro prestado para irse con su familia de viaje. Eso sí, reconoció que estuvo en el puerto algunos días.
Mientras la confusión imperaba, el Ayuntamiento de Durango envió a los medios un comunicado informando que el robo a "un trabajador municipal", cuyo nombre no fue detallado, se registró en el fraccionamiento Huizache II; el responsable del resguardo habría salido de la ciudad cuatro días, según el texto, tiempo en el que el automóvil pasó a manos de delincuentes.
Ayer, más tarde, la Fiscalía General del Estado emitió un boletín sui géneris, considerando que los robos de automóviles se contabilizan por miles cada año, informando del robo del vehículo, detallando que se trataba de un bien en poder del área de Eventos Especiales del Municipio.
Mientras, en las redes sociales trascendían argumentos en contra del regidor perredista. Uno de ellos fue que durante gran parte del martes el edil estuvo buscando, sin éxito, al contralor municipal José Luis Catarino; no fue sino hasta pasadas las tres de la tarde cuando lo recibió y llegaron a algún acuerdo. Al final, el acomodo señala que se lo habrían robado a alguien más, pero la imagen de irresponsabilidad difícilmente se la sacudirá el regidor Posada Sánchez.
Luego de que un medio de comunicación ventilara irregularidades por más de 127 mil pesos en el Museo Bebeleche, el director Mario Villanueva reaccionó inadecuadamente: trató de negar el hecho, para después reconocerlo a medias; al final, el secretario de Contraloría y Modernización Administrativa, Óscar Erasmo Návar, confirmó un problema completo: alrededor de 127 mil pesos sustraídos ilegalmente, pero después devueltos. A la funcionaria responsable se le inhabilitó; ahí debió terminar el asunto.
Sin embargo, en el intermedio, el titular de Bebeleche actuó de manera visceral, actitud que también asumieron sus empleados, quienes se confrontaron con quien exhibió el problema inicialmente.
Por la forma de enfrentar el problema por parte de Mario Villanueva, quedó claro que no tiene una formación política y que se encuentra mal asesorado. Para otra ocasión, no estaría de más que consultara a expertos en el tema, sobre todo porque está al frente de un espacio en el que lo que menos favorece son los escándalos mediáticos.
Cualquier controversia relacionada con el Bebeleche quizá no sea notada por el público en general; no obstante, se pondrá en la mira de los detractores que jamás faltan en la Administración Pública.
¿ADIÓS PARA ALGUIEN?
Al señalamiento realizado por el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Francisco Martínez Díaz de León, se suma lo dicho por empresarios del rubro y representates de la oposición: los turistas no llegaron a Durango durante el receso vacacional de Semana Mayor. Fueron, en realidad, paseantes locales los que llenaron los diferentes espacios y espectáculos públicos preparados por las distintas instancias.
Esa ausencia, atribuida a diversos factores, de acuerdo con el papel que cada uno de los críticos desempeña, deberá ser explicada por los responsables de Turismo en Estado y Municipio que, dicho sea de paso, fueron duramente cuestionados en los días previos al inicio del receso vacacional.
Al secretario Juan Ávalos Méndez se le "castigó" mediáticamente tras declarar que apenas está conociendo el estado; después, por irse de vacaciones cuando -en teoría- debía estar supervisando los resultados del trabajo de promoción.
A la directora municipal de Turismo, Yazmín Barrera Compeán, se la ha cuestionado desde que inició la Administración.
Finalmente, ni al uno ni al otro le fue bien: 90 por ciento menos paisanos, pocos cupones de descuento aprovechados y ocupación hotelera inferior al 30 por ciento.
Dicen algunos que los días santos eran su prueba de fuego; otros señalan lo contrario. Habrá que esperar si Alcalde y Gobernador toman medidas en ese sentido. Pero de entrada, no parece haber mucho que sujete a ambos titulares en sus espacios.