"Para el moralista, la prostitución no consiste tanto en el hecho de que una mujer venda su cuerpo, sino que lo haga fuera de matrimonio."
Emma Goldman
No podría haberlo esperado de todos, pero no de los franceses. Sin embargo, la Asamblea Nacional de Francia está considerando una iniciativa de ley que prohibiría la prostitución a través de la sanción del pago por sexo.
Los políticos que impulsan la propuesta dicen que buscan proteger a las mujeres víctimas de explotación. La principal resistencia a la medida, sin embargo, viene precisamente de esas mujeres. El Syndicat du Travail Sexuel (Strass) ha anunciado que llevará a cabo manifestaciones ante la Asamblea Nacional para impedir la prohibición.
Suele decirse que la prostitución es la más antigua de las profesiones. La afirmación es falsa, pero sí se trata de una actividad existente ya en las primeras sociedades sedentarias. Los esfuerzos por prohibirla han estado también presentes desde tiempo inmemorial. La Iglesia Católica siempre cuestionó la actividad, pero no siempre estuvo a favor de la prohibición: "Si eliminas las prostitutas -afirmaba san Agustín de Hipona en De ordine--, el mundo será consumido por las lujurias." A pesar de que se ha prohibido muchas veces, la práctica nunca ha desaparecido.
Muchos estados de la Unión Americana prohibieron la prostitución entre 1910 y 1915 por presión de la Unión de Mujeres de Temperancia Cristiana, que también logró la prohibición del alcohol y la marihuana. Aun hoy, sin embargo, la prostitución se lleva a cabo de forma abierta en ciudades estadounidenses donde está formalmente prohibida.
En Francia, como en otros países de Europa, la prostitución ha sido legal hasta ahora, a pesar de que el gobierno se ha comprometido desde hace décadas con un movimiento abolicionista que considera la actividad como una forma de esclavitud. En México también la prostitución es legal, aunque las autoridades la combaten de manera discrecional gracias a la prohibición del lenocinio. En los últimos años la campaña contra la "trata" en México se ha convertido en una lucha disfrazada contra la prostitución.
El Strass francés se ha opuesto desde hace años a los intentos abolicionistas del presidente conservador Nicolas Sarkozy. En mayo de 2009 organizó movilizaciones contra Sarkozy por llevar a cabo un mitin político a favor de la prohibición cerca de un lugar en Nimes donde se había registrado un atroz homicidio de una prostituta. El sindicato argumenta que son precisamente las restricciones las que provocan estas tragedias, al empujar a la prostitución a la clandestinidad.
Los intentos por prohibir la prostitución no sólo están condenados al fracaso, como los que han buscado impedir el consumo del alcohol y las drogas, sino que además son injustos. Afectan principalmente a los más desprotegidos: a las mujeres que no tienen más opción para ganarse la vida o a los hombres que no tienen posibilidad de conseguir una pareja sexual por otros medios.
La prohibición es cuestionable por otras razones. La principal es que viola la libertad individual. Las decisiones morales no pueden ser impuestas a terceros. Sin libertad no hay ética posible.
Sería especialmente paradójico que Sarkozy lograra la prohibición en Francia. Si la iniciativa moralista hubiera sido ley en el pasado, Henri de Toulouse-Lautrec, Vincent van Gogh y Pablo Picasso habrían sido encarcelados. Los herederos culturales de estos artistas, que encontraron en la libertad moral de Francia un escenario para el florecimiento de su actividad, tendrían hoy que buscar otro lugar para desplegar su talento.
EN EL MUNDO
La prostitución es legal en 50 por ciento de los países examinados por www.prostitution.procon.org. En 40 por ciento está prohibida y en 10 por ciento limitada. China y la India la proscriben, por lo que un 60 por ciento de la población del mundo vive bajo la prohibición. Pero en ningún país ha desaparecido la práctica.