En América, otro par de repatriados, como lo son Christian Benítez y Vicente Sánchez, alzan la mano por su calidad.
El firmamento del futbol mexicano parece haberse quedado sin estrellas, sin aquellos jugadores que, por sí mismos, son capaces de cambiar un partido y de llenar un estadio por la “magia” que tiene en sus botines.
Hay figuras en cada equipo, es cierto, sin embargo, ninguna brilla con una luz tan intensa que le permita tratar de ubicar su nombre a la altura de los grandes que han jugado en el balompié azteca.
Se ven lejanas las épocas del “Tigre” Sepúlveda, Salvador Reyes, el “Superman” Marín, de Carlos Reinoso, de Cabinho, de Hugo Sánchez, de Leonardo Cuéllar o, más recientemente, de José Cardozo, Jared Borgetti, Jorge Campos, Luis García, Ramón Ramírez, entre otros muchos.
Ahora, para buscar al mejor jugador de la liga se debe voltear la vista hacia el norte, con los Tigres y su flamante “Balón de Oro”, Lucas Lobos, un mediocampista argentino que se encarga de crear el juego ofensivo del cuadro felino, aunque su brillo no es tan intenso, pues comparte reflectores con Héctor Mancilla, Damián Álvarez y Danilinho, además de que el equipo del Tuca no se caracteriza por ser vertiginoso al ataque.
El otro equipo del norte, Monterrey, también cuenta con jugadores de calidad, como César Delgado y Humberto Suazo, un par de futbolistas que, tras un paso por el futbol europeo, volvieron para tratar de derrochar calidad en México: “Chelito” aún no logra mostrar el mismo nivel que tuvo en Cruz Azul, mientras que el “Chupete” es un referente de los Rayados, aunque intermitente.
En América, otro par de repatriados, como lo son Christian Benítez y Vicente Sánchez, alzan la mano por su calidad, sin embargo, ambos son víctimas del mal paso de las Águilas, por lo que ninguno de los dos podría ser considerado como estrella del futbol mexicano. El “Chucho” aún tiene un largo camino por recorrer.
En Cruz Azul, Christian Giménez, Jesús Corona y Emanuel Villa son jugadores que podrían marcar época, pero necesitan un título con La Máquina para consolidarse en el futbol mexicano, además de ser más constantes, ya que, en ocasiones, desaparecen cuando la necesidad celeste aumenta, como en las liguillas, o son víctimas de su propio temperamento.
Chivas y Pumas son equipos que no se basan en un solo jugador para crear su juego, ya que dependen de la colectividad, además de que cuando algún futbolista comienza a despuntar con ellos es vendido, como ocurrió con Pablo Barrera, Efraín Juárez, Ulises Dávila y Javier “Chicharito” Hernández. Aun así, destacan Darío Verón con los universitarios, así como Omar Arellano y Marco Fabián con el Rebaño.
Del resto de los equipos sólo se puede mencionar a algunos jugadores que tienen potencial para convertirse en ídolos, como Christian Suárez y Darwin Quintero en Santos, Luis García con Puebla, Miguel Sabah con Monarcas, Christian Bermúdez con Atlante, Arizala y Rey con Jaguares, así como Carlos Bueno con Querétaro, aunque aún deben demostrar aún un mejor nivel.
El debate está abierto, para que cualquier aficionado se pregunte, quién es el mejor jugador de la liga mexicana en estos momentos o ¿la liga mexicana se ha quedado sin figuras?