"Es más fácil que alguien que sabe aprenda a ser amigo a que un amigo aprenda a gobernar."
Anónimo
Tres personas han ocupado la titularidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en este sexenio. Ninguno tenía experiencia previa en comunicaciones o transportes. Ojalá pudiéramos decir que esto es una excepción. Pero no. El presidente Calderón se ha distinguido por nombrar a funcionarios que no tienen ningún conocimiento y que llegan a su puesto a aprender.
Nadie puede poner en duda la inteligencia de los nuevos secretarios. Dionisio Pérez-Jácome Friscione, nacido en 1969, es economista del ITAM y tiene una maestría en políticas públicas de Harvard. Fue muy joven presidente de la Comisión Reguladora de Energía y, de hecho, tiene una sólida experiencia en el ramo energético. Trabajó como coordinador de asesores del presidente Calderón. Desde 2008 ocupó la subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda. No hay nada en su currículum, sin embargo, que señale experiencia o conocimiento en comunicaciones o transportes.
Pérez-Jacome habría sido un candidato lógico para ocupar la Secretaría de Energía, pero al presidente no le gusta dar cargos públicos a quienes conocen del tema. Por eso, tal vez, eligió a José Antonio Meade Kuribreña, también nacido en 1969 y también economista del ITAM. Meade es, además, abogado por la UNAM y doctor en economía por Yale. Ha ocupado varios puestos importantes en el sector financiero, en instituciones como la Consar, el IPAB, Banrural, la Financiera Rural y la Secretaría de Hacienda. Cuando desde la subsecretaría de Ingresos sustituyó a Alejandro Werner en la subsecretaría de Hacienda en agosto de 2010, hubo alivio en los círculos financieros porque el presidente había decidido nombrar a alguien con conocimiento. Apenas cinco meses después, sin embargo, Calderón lo manda a una nueva responsabilidad, Energía, para la que no tiene ninguna experiencia.
Siempre he pensado que, de manera ocasional, un presidente debe salirse de los cartabones establecidos y buscar a gente con talento de fuera de las filas de los expertos para generar nuevas ideas. El problema es que el presidente Calderón no lo hace por excepción sino de forma sistemática. Es el retorno del político todólogo, que los panistas tanto cuestionaron en el pasado.
No sé si esto es producto de un intento del presidente por manejar personalmente todos los temas de gobierno, pero me parece que una de las razones de los fracasos del gobierno en este sexenio es precisamente la tendencia presidencial a convertir las secretarías de Estado en escuelas para principiantes.
Los dos nuevos secretarios, curiosamente, no solamente comparten el haber nacido en 1969 (este año cumplirán 42) y ser economistas del ITAM con estudios de posgrados en los Estados Unidos. Los dos son también hijos de políticos priistas importantes del pasado, ambos llamados Dionisio. Pérez-Jácome Friscione es hijo de Dionisio E. Pérez Jácome, subsecretario de Gobernación y senador por el PRI, quien aspiró durante años a ser candidato al gobierno de Veracruz. Dionisio Meade, padre de José Antonio, fue funcionario de Hacienda durante años y diputado por el PRI. Ya en los tiempos del PAN, en el sexenio de Vicente Fox, Carlos Abascal lo nombró subsecretario de Enlace Legislativo en la Secretaría de Gobernación.
No tengo dudas de que los nuevos secretarios harán todo su esfuerzo por desempeñar bien sus nuevas responsabilidades. Los dos son inteligentes, entusiastas, trabajadores y leales. La gran pregunta es si es correcto que un presidente otorgue de manera sistemática los más importantes cargos de su administración a personas sin experiencia en su campo de acción. Mi respuesta sería negativa.
Veinticinco muertos en Acapulco tan sólo el sábado 8 de enero. ¿Se acuerda usted cuando los funcionarios gubernamentales nos decían que la violencia en el país se limitaba a Ciudad Juárez y Sinaloa?
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