"Las elecciones se ganan y pierden principalmente porque la gente vota en contra de alguien y a favor de nadie."
Franklin B. Adams
El que los tres candidatos al gobierno de Michoacán se hayan declarado ganadores poco después del cierre de las casillas el domingo 13 de noviembre nos demuestra la irresponsabilidad de la clase política mexicana. Los tres dijeron tener encuestas de salida que supuestamente los hacían ganadores. El candidato del PRD, Silvano Aureoles, declaró incluso que Luisa María Calderón del PAN nunca había estado en la pelea.
La responsabilidad que solemos encontrar en los candidatos a cargos de elección popular en países realmente democráticos, donde nadie se declara ganador sino hasta que tiene resultados confiables, simplemente no se vio en Michoacán. Quizá sea cierto lo que tanto se nos ha dicho, que México es una democracia sin demócratas.
Al final, por supuesto, era imposible que los tres candidatos ganaran. El único triunfador fue Fausto Vallejo del PRI, con 35 por ciento de los votos, seguido muy de cerca, con 33 por ciento por Cocoa Calderón. Aureoles del PRD, quien decía no sólo que había ganado sino que Cocoa no había estado en la pelea, fue relegado al tercer lugar con 29 por ciento de los sufragios.
La de Michoacán fue una elección muy cerrada. Esta es quizá la mejor noticia surgida de estos comicios. La diversidad de puntos de vista del estado se reflejó en apoyos a tres agrupaciones políticas distintas. Este es el mejor resultado que puede ofrecer una contienda democrática. Ningún partido adquirió una posición realmente dominante.
También positivo es el hecho de que el 54 por ciento de los votantes haya acudido a las urnas. En un estado tan golpeado por la violencia, el que los ciudadanos sufraguen nos demuestra que hay todavía deseos de construir un futuro.
En La Piedad, un municipio en el que fue ejecutado el alcalde panista Ricardo Guzmán apenas el 2 de noviembre, y en el que se obligó a un periódico local a publicar un desplegado en el que se amenazaba a los electores que votaran por el PAN, este partido tuvo uno de sus mejores resultados en la entidad, con un triunfo por 53 por ciento. Los electores de La Piedad no se dejaron intimidar. Sin embargo, Luisa María Calderón me dijo ayer en entrevista que la delincuencia decidió la elección en muchas regiones del estado.
El negrito en el arroz fue Cherán. Un grupo armado tomó control del municipio, no permitió el ingreso o salida de personas, impidió la realización de elecciones e impuso un gobierno por "usos y costumbres".
El PRI ha obtenido una victoria muy importante. Enfrentado a un PRD que tenía el poder en el estado, y a un PAN encabezado por la carismática hermana del presidente de la república, quien tuvo un acceso privilegiado a los medios nacionales de comunicación, el PRI logró el triunfo con un abogado políticamente moderado de 62 años de edad que ha sido presidente municipal de Morelia en tres ocasiones, que fue seleccionado como candidato de unidad sin contienda interna y que muchos consideraban no tenía posibilidades de ganar la elección.
¿Qué sigue? Ya estamos acostumbrados a que los perdedores presenten quejas ante el Instituto Electoral de Michoacán y ante los tribunales estatal y federal. Para Fausto Vallejo, el próximo gobernador del estado, el reto será gobernar un estado dividido fundamentalmente en tercios. Esperemos que los partidos de oposición sean leales y permitan que un estado que realmente necesita inversiones y seguridad pueda salir adelante.
OAXACA
Presenta hoy su primer informe de gobierno Gabino Cué en Oaxaca, quien llegó al poder con una alianza que incluyó al PRD y al PAN. Ha sido un año complicado. Muchos grupos, principalmente el sindicato local de maestros, se han acostumbrado a obtener ingresos adicionales con movilizaciones y bloqueos. Hoy hay diálogo, pero las movilizaciones no han parado. No sorprende: el chantaje político ha demostrado ser un negocio muy rentable.
@sergiosarmient4