- Justo cuando los aficionados gritaban a todo pulmón "México, saca tu Fuaaa", Julio Gómez apareció con su cabeza vendada para anotar el gol de la victoria. Las tribunas enloquecieron en el último minuto y los sombreros, las bebidas y las camisas volaron por todo el estadio.
La desesperanza y las caras con ojos llorosos desaparecieron con el gol que le dio la victoria a México contra Alemania.
Desde la mañana, la afición contaba las horas para irse al Estadio Torreón y apoyar a México en la semifinal del Mundial Sub 17.
Los más desesperados llegaron más de dos horas antes de las 6:00 de la tarde sin importarles que el sol cubriera la mayoría de las tribunas. Aguantaron el calor con tal de estar a tiempo y no perderse ni un minuto del partido.
Antes de que iniciara el encuentro, huyendo del sol, muchos aficionados se replegaron contra las bardas del Estadio Torreón. También se refugiaron en los puestos de comida y en los baños, en cualquier lugar que diera aunque sea un mínimo de sombra.
Los más valientes se fueron a sus asientos desde las 5 de la tarde, sin importarles que el sudor les corriera por el rostro ni que los lugares estuvieran calientes. Algunos se cubrían de los rayos con sombreros, gorras, pedazos de cartón que encontraron por ahí y hasta con los boletos de entrada.
Sí, el sol caía a plomo, pero los aficionados lo único que querían era demostrarle a la Selección Mexicana que en Torreón también se sabe gritar y cantar, sin importar cuál sea el marcador.
En el Estadio Torreón no hubo nadie que no tuviera sol ni calor, por eso las filas para comprar refrescos, cervezas y hasta paletas, eran interminables, mientras en las tribunas se escuchaba el "¡sí se puede!, ¡sí se puede!" cuando México perdía ante Alemania.
"México, saca tu Fuaaa", les gritaban desesperados a los seleccionados mexicanos, "no me vine a asolear para nada, vamos", y entonces apareció Julio Gómez con su cabeza ensangrentada y vendada para anotar con una chilena el gol de la victoria.
Después del marcador 3-2, a nadie le importó salir del Estadio Corona con la cara enrojecida y con la piel quemada por el sol, porque ahora México estará en la gran final del Estadio Azteca el próximo domingo.
Desde las afueras del Estadio Torreón se sentía el ambiente mundialista. La gente nunca dejó de apoyar. (Fotografías de Jesús Galindo y Ramón Sotomayor)