Garibay dijo que a pesar de los problemas por los que tuvo que pasar se encuentra contento tras su actuación.
Crecido en el ánimo a pesar de la brutal cornada que sufrió el reciente domingo en la Plaza de Las Ventas de Madrid, el mexicano Ignacio Garibay se recupera en la clínica de La Fraternidad, satisfecho por la dimensión de torero valiente que patentó durante su debut en la Feria de San Isidro.
“Fue una tarde de muchos pantalones, de mucha torería, otra cosa no podía hacer. Las opciones que me dieron fueron pocas y las aproveché cabalmente. Lo único que te queda es echar el resto, ahí es donde se distinguen los toreros, no todos son capaces”, reflexionó el torero.
“El reconocimiento ha sido total, de los profesionales, de los medios taurinos, de los compañeros. Mi paso por Madrid ha sido hacia adelante. Con todo en contra, con el toro tan grande que me salió, con la cornada, con lo difícil que fue la tarde, sí pude con ella, por eso estoy contento”, declaró el diestro vía telefónica.