Su trayectoria pasará a la posteridad por ser uno de los mejores futbolistas nacido en el futbol mexicano. (Jam Media)
Su nombre (Juan Francisco Palencia) quedará grabado no sólo en la mente de la afición universitaria, sino de todos los amantes del futbol, pues 17 años de carrera como futbolista profesional hablan por sí mismos.
Ayer lunes dijo adiós uno de los delanteros que han dejado huella en nuestro balompié nacional por sus extraordinarias actuaciones, sobre todo en Cruz Azul y Pumas, este último el equipo que hoy lo despide.
Fuerza, carácter, entrega y liderazgo son algunas de las innumerables cualidades que describen a Juan Francisco Palencia dentro y fuera de los terrenos de juego.
El apodado "Niño" vistió la casaca de importantes equipos como Cruz Azul, Chivas, Chivas USA, Pumas, así como el Espanyol del futbol ibérico. Formó parte de la Selección Mexicana disputando los Mundiales de Francia 98 y Corea-Japón 2002.
Con más de 470 partidos en Primera División y 124 goles, Paco se retira del futbol mexicano que lo recordará por ser un referente en La Máquina y Pumas, equipos con los que consiguió coronarse campeón, en el Invierno 1997 con los celestes y en el Clausura 2009 y 2011 con los auriazules.
Por si fuera poco, siendo parte del Tri alzó la Copa Confederaciones de 1999. También disputó tres Copas América y una Confederaciones más en el 97.
Palencia se distinguió por ser un delantero nato, que poseía una pegada de balón impresionante y que era capaz de retener el balón en el área, hacerse de un espacio y dejar atrás la marca de los defensas para batir finalmente al guardameta. Además, su carisma inigualable lo convirtió en uno de los pocos jugadores que han logrado ganarse el cariño y respeto de la afición auriazul a pesar de haber defendido los colores del Cruz Azul.
